Al pensar en el abuso, es posible que primero venga a la mente el abuso físico. Pero el abuso puede presentarse de diversas maneras. El abuso emocional es tan grave como el abuso físico y, a menudo, lo precede y como cada caso es particular en ocasiones suceden juntos.
Si te preguntas si te está sucediendo, te compartimos algunos de los signos que pueden ayudarte a detectarlo a tiempo y acudir en busca de ayuda antes de que escale a un mayor nivel :
- Gritos constantes
- Insultos o ridiculizaciones
- Invasiones a tu privacidad
- Cuestionamientos sobre tu propia cordura
- Castigos por no estar de acuerdo con lo que el agresor quiere
- Control sobre tu vida
- Te alejan de tus familiares y/o amigos
- Amenazas sutiles o abiertas
Si ha sido abusado emocionalmente, debes saber que no es culpa tuya y que tampoco hay una forma “correcta” de sentirte al respecto. El abuso emocional no es normal, pero tus sentimientos sí lo son.
Te compartimos cuáles son los efectos y por qué debes pedir ayuda inmediatamente.
Los efectos en el corto plazo
Es posible que al principio lo niegues, puede ser impactante encontrarte en tal situación y no aceptarla. Es natural esperar pensar que estas equivocado y tratar de justificar al agresor incluyendo preguntas acerca de ¿Si tú has provocado esa agresión? De alguna manera algo que dije desató esa actitud etc.
También pueden invadirte sensaciones de:
- Confusión
- Temor
- Desesperación
- Lástima
Este costo emocional también puede resultar en efectos secundarios físicos y de comportamiento. Puedes experimentar:
Dificultad para concentrarte, Mal humor , tensión muscular, pesadillas, latidos del corazón acelerado, varios dolores y molestias.
Efectos a largo plazo
Los estudios de fuentes confiables muestran que el abuso emocional severo puede ser tan poderoso como el abuso físico. Con el tiempo, ambos pueden contribuir a la baja autoestima y la depresión.
También puedes desarrollar: ansiedad, dolor crónico, culpa, insomnio, aislamiento social o soledad.
Algunos investigadores teorizan que el abuso emocional puede contribuir al desarrollo de afecciones como el síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia.
Los síntomas causados por abuso o trauma generalmente se pueden tratar con diferentes tipos de psicoterapia, medicamentos o ambos es de suma importancia encontrar ayuda profesional. La terapia con un consejero profesional puede ayudarte a superar tus sentimientos y aprender formas saludables de sobrellevar la situación. Los medicamentos pueden incluir antidepresivos o ansiolíticos.
Hoy en día, se pueden ofrecer terapias complementarias como video consultas, terapias de acompañamiento y yoga, junto con tratamientos tradicionales como medicamentos y terapia.
“El abusador”, manipulador cómo yo le llamo, siempre se alimenta de los vacíos o necesidades de una estructura dependiente, el abusado/a. Es decir, se atraen por sus reflejos, el abusador, manipulador también tiene una inseguridad, que oculta tras una máscara de poder, fuerza y atracción.
Por otro lado, el dependiente (abusado/a), al tener una necesidad, genera una ilusión e idolatría por esta persona, creyendo que sería el salvavidas que permitirá que su vida sea más plena.
Los abusadores necesitan sentirse idolatrados en su gran mayoría o culpan al otro para sentir poder. Causan situaciones en las cuáles ellos logren cumplir sus deseos, haciendo que el otro crea que sus errores son consecuencias de no haberle hecho caso ó de no haber hecho las cosas cómo le había dicho antes.
Tanto el abusador (manipulador), como el abusado, siempre ven hacia afuera. Uno para lograr la sensación de idealización y el otro para sentir que alguien lo protege, lo cuida desde su carencia y necesidades afectivas que tienen raíz en su primera infancia.
En el caso del abusado, el mismo es inocente, ya que desconoce la causa de aquello que lo “conecta” con el abusador. Es decir, se encuentra en estado de vulnerabilidad.
El punto de vulnerabilidad del abusado, en cambio, sí es conocido e identificado por el abusador, y es el punto desde el cual el abusador se asegura ejercer su abuso, violencia, manipulación.
Por ello es tan importante, hacer consciente lo inconsciente. Ponerle luz a nuestras heridas de la infancia, de nuestro pasado y sanarlas, conocernos a nosotros mismos, construir una estima con bases sólidas.
De este modo es muy poco probable caer en situaciones de abuso.
Ya que cuando conoces tu verdad y has resignificado y reconstruido tu propia historia. Nadie podrá convencerte de lo contrario, ya que en esa historia tú sabes muy bien quién eres. Y allí jamás habrá lugar para la carencia, la mentira, el miedo y la manipulación.
Dra. Natalia Eugenia Loredo es Especialista en Psicología obtuvo un título como Licenciada en Psicología otorgado por la Universidad Atlántida Argentina, posteriormente concluyó un Diplomado en Hipnoterapia Pediátrica en la Sociedad Chilena de Hipnoterapia. Es experta en temas como Psicología Clínica, Hipnoterapia Pediátrica, Adolescentes y Adultos, Estrés Laboral, Ansiedad y Depresión.