Putin: la reencarnación del narcisismo y psicopatía de Hitler

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La guerra entre Rusia y Ucrania parece impensable en pleno siglo XXI. Pero si buscamos el origen, lo hallamos en una personalidad tremendamente peligrosa que puede marcar la deriva de un futuro próximo a nivel mundial. Tratando de analizar la mente de Putin nos encontramos ante un individuo obsesivo, autoritario, que no se para ante nada ni ante nadie. Ni tan siquiera ante el temor de las catastróficas consecuencias derivadas del uso de armas nucleares tan destructivas.

Se puede decir, que una sola mente puede poner en serio peligro a toda la humanidad. No es la primera vez que lo hemos visto a lo largo de la historia. Personalidades de este tipo jamás deberían gobernar.

Analizando su firma se puede concluir que es muy clara, con letras grandes y muy trazadas lo que se equipara a grandeza, a narcisismo porque él es más que nadie y la máxima autoridad. Sin empatía por niños, ni mayores a los que considera víctimas colaterales porque lo que interesa es el fin sin importar el medio. También que es cerrada al principio y al final además de muy marcada simulando cercos, vallas, barreras. Él es el fin y el principio en sí mismo.

Con rasgos de sadismo porque la sangre proporciona placer al ser símbolo de su poder y trofeo ante el adversario.

La situación actualmente en Ucrania es inhumana. La población sobrevive sin luz ni agua, con nieve y frío. Un destino difícil para refugiados que ansían esa solidaridad internacional y escapar del horror.

Los bucles en la firma de Putin reflejan precisamente esa personalidad en bucle, en zigzag, con altibajos emocionales. Egocentrismo, control de su país que se extenderá acaso al mundo y a quien se le enfrente.

Seres humanos huyendo de sus raíces, de su espacio, su familia y otros cogiendo un fusil muriendo por la libertad y respeto a sus ancestros. Hombres y mujeres con un fusil luchando por Ucrania y que la guerra termine para que se reconstruya cuanto antes porque un demente les ha privado de su tierra y sus derechos fundamentales.

Se nos hiela la sangre recordando el exterminio nazi, hitleriano, los campos de concentración matando judíos, gitanos para potenciar la grandeza de la raza aria. No, no hablamos de historia, es realidad. Es dolor, impotencia, reclamando auxilio y refugio.

Mientras unos piensan en vacaciones y hoteles de lujo, otros no tienen comida, luz ni agua. Solo sus pies para caminar hasta que no puedan más. Campamentos, autobuses, taxis equipados de España y resto de Europa sin olvidar a nuestras Fuerzas Armadas, siempre en el momento y lugar necesario.

Es necesario recalcar, y en coincidencia con otros compañeros, un factor o rasgo de paranoia en el presidente ruso con delirios de persecución, grandeza y vivencia de un mundo paralelo. Propio y apropiado del único rey, que es el… Cuando un dirigente pone en peligro a su pueblo por una conducta patológica debería incapacitarse a no ser que se establezca el diálogo y comunicación. Europa no debe cruzarse de brazos porque todos somos Europa.

Autora: Pilar Enjamio Furelos | Psicóloga

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