Un grupo de presidiarios de Perú ha iniciado este viernes tareas de limpieza y restauración de la emblemática ciudad inca de Machu Pichu, uno de los tesoros más preciados del país. La iniciativa tiene como objetivo ocupar a los reclusos en tareas beneficiosas para la comunidad y forma parte de un plan de reinserción.
Los internos han salido de sus celdas para crear un grupo de trabajo que ayuda a limpiar el preciado entorno arqueológico y reparar de esta forma sus crímenes. Se trata de un programa voluntario englobado en un fin ecologista y de integración en la sociedad e intereses comunes de la sociedad peruana.
Estas tareas han sido coordinadas por el Instituto Nacional Penitenciario de Perú logrando formar un equipo de 60 reclusos que se han encargado de retirar malas hierbas entre las piedras y recogido basura y otros desperdicios en el entorno. La medida se extiende en hasta 25 puntos de todo el país donde los presos realizan servicios a favor de la comunidad a modo de labores ecologistas según informa Atlas News.
El presidente del Instituto Nacional Penitenciario de Perú, Javier Llaque, ha explicado que “si se ha cometido un crimen, aquí estamos enviándoles un mensaje a los ciudadanos de que trabajando juntos podemos reparar el daño causado”.