Un hombre de 43 años, afectado por graves trastornos psiquiátricos, ha rociado con gasolina y prendió fuego a su padre de 78 años en un ataque desencadenado por un brote psicótico. El incidente ha ocurrido en una vivienda familiar de Mos (Pontevedra), dejando al anciano con quemaduras en una pierna y provocando un incendio en el garaje de la casa.
El agresor, quien estaba bajo tratamiento médico, fue trasladado al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo para una evaluación psiquiátrica más profunda. Mientras tanto, su padre se encuentra en el Hospital Povisa de Vigo.
Este caso pone de manifiesto una problemática recurrente en la provincia de Pontevedra: la insuficiente atención a pacientes con enfermedades mentales.
Según el subdelegado del Gobierno, Abel Losada, las listas de espera en psiquiatría superan los 100 días, una situación que él mismo calificó como “intolerable”. Además, denunció la escasez de recursos y el deficiente funcionamiento de instituciones encargadas de la tutela de personas adultas con problemas de salud mental.
Esta tragedia no es un caso aislado. En los últimos meses, la provincia ha registrado varios episodios de violencia familiar relacionados con brotes psicóticos, lo que subraya la necesidad urgente de reforzar los servicios de salud mental y brindar apoyo a las familias que enfrentan estas difíciles circunstancias.
Este incidente no solo es un llamamiento de atención sobre la crisis en la atención psiquiátrica a nivel nacional, sino también sobre el impacto que esta tiene en la seguridad ciudadana y el bienestar de las comunidades. La pregunta que queda en el aire es: ¿cuánto tiempo más podrán las familias soportar esta carga sin el respaldo adecuado?
