Una patrulla de la Polizia Stradale (Policía de Tráfico, Italia) detuvo ayer por la noche a un vehículo que circulaba a gran velocidad cerca del peaje de Chiusa. El turismo iba por la autopista de manera temeraria.
El conductor, italiano, declaró que el motivo de la alta velocidad era que su hijo estaba enfermo y lo llevaba al hospital. Los agentes, ante la situación decidieron volcarse con la familia y llevar al niño de urgencia. En ese momento, el padre cambió la versión de la historia y afirmó haber llevado ya a su pequeño al Hospital de Bolzano.
Los efectivos solicitaron su permiso de conducir y éste explicó que se lo había dejado en su domicilio, invitando, de ese modo, a los patrulleros a acompañarle hasta su casa. De este modo podrían realizar las comprobaciones necesarias.
Seguidamente, la mujer tomó el volante y condujo hasta el hogar de la familia, los agentes les siguieron. Habiendo llegado a la vivienda, el varón, finalmente, contó la verdad. Nunca tuvo permiso de conducir y el coche pertenecía a su empresa.
Los policías impusieron una multa al conductor sin permiso de 5100 euros. Procediendo posteriormente a la detención administrativa del vehículo hasta dentro de tres meses. Finalmente, la Polizia Stradale sancionó al propietario de la empresa por confiar negligentemente el vehículo.