Son muchos, demasiados, los policías y guardia civiles fallecidos llevando en su hombro la bandera de España.
Cientos fueron asesinados a tiros por ETA, una luz junto a sus nombres brilla en su recuerdo en el Centro de Altos Estudios Policiales de Carabanchel, mi reverencia cada vez que paso junto a ella.
Isidro y Jorge murieron tiroteados en la embajada de Kabul, donde ondeaba la misma bandera de España que la del uniforme que llevaban puesto, fueron acribillados después de dos horas de enfrentamiento, murieron uno junto al otro. Un acto de honor y valentía, que aún no aparece en libros de historia policial de nuestra academia.
Rodrigo, José Antonio y Javier son los héroes de Orzán, llenaron páginas de orgullo policial en aquella playa de A Coruña.
Una calle en Vigo recuerda a Vanessa Lage …
Sus hermanos guardia civiles no se han quedado atrás, Víctor y Víctor Jesús tiroteados en acto de servicio, trataban de salvar a un ganadero de un loco que sembraba el terror en una zona de Teruel, José Manuel Arcos o Juan Francisco que fue apuñalado al intentar evitar una pelea …
Jamás un policía o guardia civil identificará a nadie por llevar la bandera de España, la misma que mancharon de sangre sus compañeros fallecidos, sobre la que juraron defender los valores de la Constitución.
In memoriam de quienes la llevaron con honor.