La Confederación Española de Policía (CEP) reclama respeto al trabajo de la Policía Nacional en Madrid ante las diferentes declaraciones de responsables políticos y sindicales que, como consecuencia de los disturbios provocados por un grupo de violentos ayer noche en las calles de Madrid tras la concentración convocada para denunciar el asesinato de un joven en A Coruña, están llevándose por delante el principio de presunción de inocencia, dando por hecho que la labor de la Unidad de Intervención Policial merece algún tipo de investigación o análisis.
Las manifestaciones de la delegada del Gobierno en Madrid, del secretario general de la UGT o de formaciones políticas como Más Madrid o Unidas Podemos, desprecian la realidad de los hechos y mezclan, en unos casos probablemente por desconocimiento y en otros por un interés político en desprestigiar el trabajo de la Policía Nacional -es el caso del diputado Pablo Echenique, un habitual en este tipo de señalamientos públicos- dos eventos
independientes. De una parte, la convocatoria para denunciar un acto execrable que merece una condena inequívoca, como es el asesinato del joven Samuel Luiz en A Coruña al recibir una paliza el pasado 3 de julio.
De otra, los incidentes protagonizados por un centenar de profesionales de la algarada después de ese primer acto, buscando, como en otras muchas ocasiones, crispar la convivencia, alterar el orden público y desplazar el foco de atención para que lo noticioso no sea la repulsa a un crimen de un joven sino los incidentes en unas calles de Madrid.
La intervención de la UIP la provocó, sobre las 22:30 horas, un grupo de personas que se dedicó, en la boca de metro de Argüelles, a lanzar objetos contundentes contra los policías (entre ellos, botellas de vidrio), a cruzar contenedores y papeleras y utilizar motocicletas aparcadas en la zona como barricadas.
Sobre esa misma hora, se produce un corte de la vía pública, con una sentada en las inmediaciones de un centro comercial, que afecta al tráfico y a la circulación y que los compañeros de la UIP gestionaron con avisos por megafonía antes de intervenir. Finalmente, y pasadas las 23:15 horas, se sucedieron ataques a los policías y lanzamiento de objetos contundentes en la calle Alberto Aguilera que se extendieron a calles adyacentes hasta que la intervención de la UIP permitió restablecer la normalidad. En esosincidentes un compañero ha resultado herido leve por contusión y dos furgonetas oficiales con daños por el lanzamiento de objetos.
Los ciudadanos de Madrid no merecen que cada vez que haya cualquier tipo de manifestación o concentración los profesionales de la algarada traten de arrasar calles y barrios. Pero tampoco merecen a unos responsables públicos que en lugar de condenar expresamente y sin “peros” los incidentes se dediquen a invertir el principio de presunción de inocencia para colocar a un colectivo de funcionarios muy profesionales en su punto de mira.
Esta práctica refuerza a quienes saben que con sus ataques provocan un debate en el que su matonismo callejero queda en un segundo plano.
En el caso del secretario general de la UGT, resulta de aurora boreal que ponga en el disparadero mediático a los trabajadores de la seguridad pública y sus declaraciones, en las que insinúa que la Policía es más o menos celosa en sus cometidos dependiendo de quién se manifieste, son tan miserables que vamos a estudiarlas por si fuese necesario interponer acciones civiles o penales para que se retracte de una acusación de ese calibre.
Finalmente, a la Delegación del Gobierno en Madrid le pedimos que no se limite a “lamentar” los incidentes, expresión utilizada en su comunicado de hoy, ya que durante los mismos se ha atacado con violencia a policías nacionales de su Administración, la del Estado. El haber elegido una expresión tan tibia por la máxima responsable del Gobierno en la Comunidad de Madrid es un buen indicador de cuál va a ser su nivel de compromiso con el trabajo policial en lo que resta de legislatura.
Desde CEP manifiestan su deseo de reconocer, una vez más, el trabajo de los profesionales del orden público tanto de la UIP de Madrid como del resto de Unidades desplegadas en toda España