Este año en la fiesta de Carnaval de Alicante hubo agentes de uniforme, de paisano e incluso agentes disfrazados.
El operativo de este año por parte de la Policía Nacional concluyó con la detención de siete personas y con una reducción de los delitos cometidos respecto a años anteriores.
Como todos los años, estas fiestas son un reclamo para carteristas y otro tipo de delincuentes, que utilizan los disfraces para preservar su anonimato al cometer delitos.
Por ello, los días posteriores no es muy descabellado escuchar en las oficinas de denuncias que el diablo o una tortuga ninja ha sido el autor de un robo o una agresión.
Este año, algunos agentes para poder infiltrarse entre la gente y pasar desapercibido han salido disfrazados, como es el caso de uno de ellos que lo hizo de Capitán América. Y es que al igual que los policías conocen a los delincuentes habituales, estos también conocen a los agentes y tratan de evitarlos cuando los ven.
De esta forma los agentes pudieron mezclarse con la gente, vigilando desde dentro de la fiesta y dando una mayor rapidez de respuesta ante la posible comisión de delitos.
El dispositivo finalizó con siete detenidos y la reducción de denuncias de hurtos. Tampoco hubo constancia de robos con violencia ni de delitos sexuales.
De los siete detenidos, dos de ellos iban disfrazados para dificultar su identificación en caso de ser descubiertos o ser grabados por alguna cámara de seguridad. En concreto estos dos detenidos se encontraban robando teléfonos móviles.
En el despliegue policial participaron policías de las comisarías de distrito Centro y Norte, de la Brigada de Seguridad Ciudadana y de la Unidad Adscrita de la Comunidad Valenciana.
Se realizaron en total 45 actas por consumo y tenencia de sustancias estupefacientes, así como varias infracciones por la Ley de espectáculos públicos.