El Sindicato Unificado de Policía –SUP– denuncia un año más la arbitraria e injusta concesión de condecoraciones que ha llevado a cabo este Gobierno en funciones. Un mercadillo de pago de favores que es inadmisible en pleno siglo XXI dentro de una institución que debería ser ejemplo de honorabilidad y justicia.
En palabras de la secretaria general del SUP, Mónica Gracia “Es una auténtica vergüenza que sigan jugando con el prestigio y sentido de la Orden al Mérito Policial. No vamos a parar hasta lograr que se cumpla con la normativa, no estamos pidiendo nada más que se haga justicia con los compañeros a los que dejan fuera de un cupo absurdo que no existe a la hora de conceder medallas a personas ajenas al Cuerpo”.
Se otorgan 611 medallas fuera de la Policía Nacional, mientras que hay compañeros que, tras arriesgar la integridad y la propia vida en intervenciones policiales, como por ejemplo el agente del GOES de Valencia, Grupo de Operaciones Especiales de Seguridad, que dejó a un lado la defensa de la propia vida por la de sus compañeros, en una heroica actuación en la que, provisto únicamente en ese momento de un escudo, se interpuso entre el tirador y sus compañeros, protegiéndolos de sus impactos y salvando sus vidas.
Resulta por ello especialmente sangrante el caso de Conde Pumpido, al que el Gobierno en funciones le otorga una medalla con distintivo rojo, cuando además de no cumplir los requisitos mínimos para ser acreedor de tal condecoración, en el pasado fue querellado por el SUP como consecuencia de sus afirmaciones en las que acusaba a la Policía Nacional de no perseguir los delitos.
Tal y como avanzamos ayer día 13 al conocer la publicación de condecoraciones otorgadas en el presente año, El Sindicato Unificado de Policía no sólo recurrirá dicha condecoración, sino que denunciará al actual Ministro de Interior en funciones, por un delito de prevaricación ya no solo por el hecho de no cumplir los requisitos sino que sobre todo por el momento en el que se le condecora, ya que parece que lo que subyace en todo esto es una maniobra política para granjearse favores en el TC por parte de su Gobierno.
Por otro lado, las medallas de plata se siguen otorgando a los comisarios que se jubilan, cuyo único mérito ha sido hacer su trabajo y llegar a ese punto vital del retiro, mientras que policías del resto de escalas que por méritos propios las merecen tienen que seguir esperando a que algún año sean tenidos en cuenta.
Es una falta de respeto a todos los funcionarios del Cuerpo que han dedicado y están dedicando su vida a ser policías y a mantener el orden público, la seguridad de los ciudadanos y el cumplimiento de las leyes, y que, a pesar de todo ello, y aun cumpliendo los requisitos para su otorgamiento, la DGP se las deniega o las retrasa injustificadamente.
Hay que proteger el sentido y honor de la Orden del Mérito Policial, para que su reparto sea justo con las decenas de compañeros que año tras año se quedan fuera en favor de quienes no la merecen.
Totalmente de acuerdo. Cualquier agente de calle hace méritos a diario para recibir un reconocimiento público. Mas aún cuando arriesga su propia integridad en auxilio de ciudadanos y de cualquier compañero.
Mucha fuerza en estos delicados momentos.