Es posible que alguno se crea que esta moda de hacer Tik Toks en algunos gabinetes de comunicación de diferentes cuerpos nos lleva a la excelencia en una nueva era de información policial, pero es mentira. La excelencia llegaría con la explicación desde esos mismos gabinetes a la sociedad de la regla de los siete metros o regla de Tueller, para cubrir la espalda de muchos compañeros en las intervenciones donde se juegan no volver a ver a sus hijos, y que la ciudadanía no pueda ser engañada por tertulianos de baratillo, expertos en combate de manta y sofá, más el típico concejalillo que pasaba por allí y tiene por todo currílculum el carné del partido.
Es posible que alguno se crea que con los espectáculos dados por algunos de esos gabinetes en twitter estos días nos estamos adaptando a una nueva forma de sociedad, pero es mentira. Es la propaganda que protege estructuras de poder desde tiempos inmemoriales, ya la había en la Antigua Roma y en todas las cortes de reyes medievales. Lo único que hay novedoso es el canal desde donde se lanza la propaganda.
Es posible que alguno se crea que la pérdida de seriedad y la falta de respeto a lo que representa un uniforme no tendrá consecuencias, pero es mentira. No las tendrá en los despachos de poder y en los pasillos de intrigas palaciegas donde se va ascendiendo no por capacidad, sino por la manera que tengas de explotar la capacidad de relacionarte. Pero sí las tendrá en la primera línea, para los policías operativos, para los que cada vez será más difícil mantener el principio de autoridad, y detrás de ese principio nos esperan altas dosis de caos.
Para lo que sí ha servido esta nueva era de la información es para que cada vez haya más voces discrepantes que se salen del control absoluto del discurso oficial impuesto desde el gobierno de turno. Podcast, vídeos, canales o medios de comunicación como h50 desde donde se habla como sociedad civil en nombre de las más variadas asociaciones; y esto les aterra, porque ellos siempre han controlado el mensaje y ahora no saben qué hacer.
Seguro que habrán pensado en utilizar el régimen disciplinario como método para imponer el miedo, pero cada vez hay menos miedo y más formación para saber que esa unidad no puede frenar el derecho sagrado a la libertad de expresión consagrado en la Constitución, y que la neutralidad política sólo opera cuando se está de servicio. Como integrantes de la sociedad tenemos opinión, espíritu crítico y ganas de avanzar, y no vamos a permitir que nos amedrenten. Cualquier reproche disciplinario se ganaría en un juzgado, y eso es algo que saben y les asusta.
Una política de comunicación del S.XXI estaría descentralizada por dependencias para evitar así el control político muy favorecido si sólo unos pocos pueden mandar mensajes y tú tienes la capacidad de escoger y cesar a esos pocos. La perspectiva profesional se impondría sobre el show y la protección del discurso político, y la crítica no tendría coste alguno.
Si hacen caso a nuestra asociación, en cada rueda de prensa sobre cualquier actuación policial, el protagonista sería el policía operativo que la llevó a cabo, y sus respuestas estarían protegidas de cualquier reproche reglamentario por muy críticas que fueran, anulando así el miedo actual a hablar por no meter la pata y enfadar a alguien.
Además, la libertad para opinar sin pedir permiso a nadie desde una perspectiva profesional debería ser denominador común, como lo es ya en los modelos policiales más avanzados del mundo.
Métanse en el Twitter de cualquier cuerpo policial en Usa, Reino Unido o Australia y verán a infinidad de policías de las diferentes dependencias de distrito, locales o territoriales, opinar con un perfil profesional vestidos de uniforme sobre diferentes aspectos de la actividad criminal de su área sin ningún miedo. Busquen aquí al comisario de Burgos o Móstoles o al Coronel de Palencia o Almería en alguna red social opinar de uniforme desde un perfil profesional. No lo encontraran, no se le permite tener voz propia, sólo discurso oficial, y ese se fabrica desde la política. Y él tampoco lo haría, por miedo.
Pero cada vez hay menos miedo, y eso es una gran noticia para todos.
Una Policía Policía Para el Siglo XXI
Esa tendencia del algún progresista desocupado y bien situado de fomentar el Tik Toks, a parte del daño que efectivamente no esta haciendo en la calle, esta también, haciéndose bueno en sectores recién llegados a la Policia, Compañeros que básicamente con poca experiencia dan por bueno este tipo de comunicación, sin tener aun en cuenta las consecuencias derivadas de una mala utilización de la imagen Policial y aquí radica un mal que pudiera en un futuro no muy lejano ser una herramienta de manipulación de conductas que pudieran salir del ámbito policial