El pasado 19 de octubre, sobre las 9.47 horas se recibió en la Sala CIMACC (Centro Inteligente de Mando de Comunicación y Control 091) de la Policía Nacional en Asturias, la llamada de una mujer en la que daba cuenta de que su marido la había llamado para decirle que había ingerido pastillas con la intención de suicidarse, no teniendo conocimiento de donde se podría encontrar.
A partir de este momento la Sala, tras solicitar a la requirente información que permita localizar a su marido, comienza a realizar las gestiones para la localización y auxilio de esta persona, poniéndose en contacto en primer lugar con el lugar de trabajo del desaparecido donde informan que hacía una media hora había abandonado el centro de trabajo en su vehículo ya que, según manifestó, tenía que realizar una gestión particular.
Esta información ratificó las sospechas sobre la veracidad de los hechos, por lo que el Jefe de Sala activa el protocolo establecido para este tipo de hechos, continuando con las gestiones para poder determinar el lugar donde pudiera encontrarse.
En ese mismo momento y conociendo el modelo y matrícula del vehículo se informa a todos los indicativos en servicio para que, en caso de localización, procedan a auxiliar al ocupante, información que se traslada igualmente a Policía Local y Guardia Civil.
Paralelamente a estas gestiones, la mujer del desparecido informa a la Sala que su marido le ha dicho que se encuentra en un lugar apartado, si bien no lo puede localizar.
Agotadas las gestiones para localizar a esta persona, desde la Sala se realizan numerosas llamadas al teléfono del individuo, contestado finalmente el hombre, el cuál con gran dificultad comunica que había ingerido gran cantidad de pastillas y se encontraba tirado en un “prao” al lado de su vehículo, facilitando unas indicaciones si bien debido a su estado no recordaba cómo había llegado allí.
La Policía Nacional comisiona a los radiopatrullas de Gijón para que se dirijan a esa zona y realicen una búsqueda, a la espera de ampliar la información.
Durante este tiempo la comunicación con el suicida seguía activa para intentar calmarlo y que fuera recordando datos de hacía donde se había dirigido.
Al tratarse de una zona rural y de monte se informa nuevamente a Guardia Civil, quien tenía en ese momento disponible un helicóptero, el cuál localiza el vehículo y al individuo tumbado en el suelo, comunicando a la Sala para que dirijan los radiopatrullas y la asistencia sanitaria a ese punto.
Debido a la urgencia el helicóptero de Guardia Civil aterriza en ese lugar donde se encuentra el individuo y deciden evacuarlo directamente en el helicóptero hasta el HUCA, lo que permitió salvar la vida de este hombre.