Plan operativo para Campo de Gibraltar

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La asociación PoliciaS.XXI desarrolla y publica un Plan Operativo, junto a un Decálogo de Medidas para Campo de Gibraltar:

PROPUESTA

Contenido:

  1. MOTIVACIÓN DE LA PROPUESTA.
  2. CARACTERÍSTICAS DE LA FIGURA DEL DELEGADO DE RECURSOS HUMANOS.
  3. FUNCIONES

MOTIVACIÓN DE LA PROPUESTA

  1. Implementar el “gobierno de los mejores” frente al “gobierno de los mediocres”, priorizando las tareas a las relaciones, el mérito y la capacidad a la libre designación, la experiencia operativa a la superación de procesos teóricos y memorísticos.
  2. Anteponer la perspectiva profesional a la perspectiva política.
  3. Atribuir al esfuerzo el valor que se merece frente a la pasividad.
  4. Hacer imperativa la fórmula: mérito, capacidad y antigüedad, frente a su carácter actual absolutamente residual.
  5. Eliminar los cortijos creados con “personas de confianza” y acabar con los caciques que los crean, lo que supondrá dejar de trabajar para las estructuras de poder y poner a los ciudadanos en el centro del modelo.
  6. Conseguir la transversalidad en la gestión pública. La propuesta está orientada desde la perspectiva de las FFCCSE, pero aspira a ser aplicada en los cuerpos de otras administraciones para reducir las asimetrías en un marco común de gestión de personas.
  7. Asentar la base del modelo en los conceptos de “capacidades” y “motivaciones”. La motivación es necesaria para dar un servicio que requiere elevadas dosis de altruismo y desinterés, en el que se asumen riesgos para la integridad física y la vida propias. Por su parte, las capacidades son la base de las decisiones operativas que resolverán un problema o lo dejarán sin respuesta.
  8. Anteponer, al menos en el estadio inicial de la propuesta, la capacidad al mérito. La capacidad es intrínseca de cada policía, pero en nuestro modelo, gran parte de los méritos se obtienen de manera subjetiva, tanto en la otorgación de recompensas como en la distribución de puestos que llevan a incrementar de manera exponencial esos méritos.
  9. Convertir el término “antigüedad” en “experiencia operativa”; en la actualidad se valora igual en términos de antigüedad el haber estado diez años patrullando un distrito como el haber estado ese mismo tiempo en una oficina haciendo trabajo administrativo.
  10. Hacer recaer la toma de decisiones en los profesionales con capacidades y experiencia sobre el terreno y no en la jerarquía.

CARACTERÍSTICAS DE LA FIGURA DEL DELEGADO DE RECURSOS HUMANOS

  • Cada dependencia policial contará con un delegado de recursos humanos, que tendrá dedicación completa o parcial en función del número de funcionarios en plantilla.
  • El delegado de recursos humanos no tendrá dependencia jerárquica (sí orgánica) del mando de la dependencia, y responderá de su actuación sólo frente a un comité independiente.
  • La red de delegados de recursos humanos de nivel nacional dependerá de la Secretaría de Estado de Seguridad, y la selección de estos se realizará por concurso específico de méritos donde se valorará por este orden: la experiencia en puestos operativos, formación en psicología de las organizaciones o dirección de recursos humanos, antigüedad, titulaciones, idiomas y otros méritos. Un tribunal formado por funcionarios de interior de los diferentes cuerpos de seguridad valorará a los diferentes candidatos creando una bolsa desde donde se irán cubriendo las vacantes de manera constante.
  • Las decisiones del delegado serán recurribles por los agentes afectados ante un comité policial integrado por todos los delegados sindicales de la dependencia, los dos funcionarios con más antigüedad en el cuerpo (que serían tres si el número final resultante fuera par) y los dos funcionarios con más antigüedad en la dependencia (corriendo el turno si coincidieran con los anteriores).
  • Existirán también en las unidades centrales para garantizar la llegada de profesionales cualificados desde las unidades periféricas, evitando el nepotismo.
  • Todas las plazas vacantes se cubrirán en base a concursos de méritos públicos y tasados con anterioridad, siendo la función del delegado garantizar la justicia en esos procesos.
  • Garantizará la evitación del nepotismo en el otorgamiento del primer puesto de trabajo a los agentes llegados desde las academias, que serán destinados a puestos de las unidades periféricas en seguridad ciudadana u oficina de denuncias preferentemente.
  • Los concursos de méritos deben estar tasados con anterioridad a la adjudicación de plazas y se sustanciarán en base a lo descrito a los puntos 9 y 10 de este epígrafe. Podrán existir excepciones tasadas para miembros de los grupos de información o unidades altamente especializadas a la hora de saltarse el procedimiento de otorgamiento para profesionales cuya adjudicación esté altamente motivada en base a sus capacidades. Las unidades especializadas como las de antidisturbios o guías caninos seguirán el mismo procedimiento, priorizando siempre el apartado de las capacidades para el ingreso y eliminando cualquier atisbo de prueba subjetiva. Las unidades administrativas establecerán como preferencia la antigüedad que constituya el “descanso del guerrero” en los concursos públicos donde se otorguen sus plazas.
  • Las unidades periféricas serán el primer destino de un agente de policía, y los concursos de méritos que en ellas se establezcan valorarán con un sistema de puntos a cada candidato, estableciendo la puntuación en base a los criterios que siguen de mayor a menor, siendo el primero al que más puntos se le otorguen:
  • Cada año de experiencia operativa en seguridad ciudadana u oficina de denuncias (primer destino obligatorio).
  • Cursos, estudios o experiencia profesional relacionados con el área de la actividad policial a la que se pretende acceder (méritos específicos-capacidad).
  • Estudios en Derecho o Criminología.
  • Otros estudios que tengan relación con la ciencia policial.
  • Las unidades centrales valorarán los méritos en la misma forma que el punto anterior y en base a los siguientes ítems:
  • Cursos, estudios o experiencia profesional relacionados con el área de la actividad policial a la que se pretende acceder (méritos específicos, especialización).
  • Años de experiencia operativa en grupos de investigación de las unidades periféricas.
  • Estudios en Derecho o Criminología.

FUNCIONES.

  • Designar todos los puestos vacantes de cada dependencia o unidad policial en base a un concurso de méritos tasado y público con las características del epígrafe anterior
  • Crear perfiles profesionales para recomendar el paso de agentes a los servicios centrales desde los periféricos en función de las demandas de los delegados desplegados en dichos grupos o unidades centrales.
  • Servir como punto de contacto de los agentes ante cualquier problema de invasión de competencias, situaciones de acoso, violaciones del principio de neutralidad o protección del investigador frente a la injerencia política u órdenes de mando politizadas, hasta que se consiga la efectiva dependencia operativa en los grupos de investigación de los órganos judiciales.
  • Mediación en conflictos laborales y corrección de comportamientos antisociales con la capacidad de abrir expedientes disciplinarios o de recomendar su cierre si han sido iniciados por la superioridad.
  • Detección, prevención y respuesta frente a conductas desviadas que necesiten corrección, tales como comportamientos adictivos u otros trastornos. Es importante señalar que ante la ausencia de política de RRHH, no estamos exentos de perfiles que representan un problema para la propia seguridad, tales como antisociales (psicopatía), narcisismo, dependencia, trastorno bipolar o límite y comportamientos adictivos. Algunos con especial riesgo de cometer violaciones de derechos humanos o de cometer suicidio.
  • Vigilancia sobre la salud psico-física de los agentes, especialmente después de episodios personales o profesionales traumáticos, pudiendo recomendar días de descanso, cambios provisionales de puesto de trabajo o la intervención de los servicios médicos.
  • Canalizar proyectos de investigación, desarrollo e innovación del modelo policial, presentándolos a las autoridades pertinentes y garantizando la autoría intelectual de los mismos.

Garantizar que el principio de jerarquía va siempre unido al de responsabilidad, de tal manera que cualquier orden de un superior jerárquico quede plasmada en el atestado o parte de intervención correspondiente junto al número de placa de ese superior.

 

DECÁLOGO DE MEDIDAS PARA LA PROBLEMÁTICA DELINCUENCIAL EN EL CAMPO DE GIBRALTAR.

  • Medios materiales acordes a la especial idiosincrasia de la zona: Todoterrenos con defensas de hierro, rastrillos, vehículos pesados para corte de carreteras sin riesgo para los agentes, etc.
  • Despliegue de tecnología acorde al siglo xxi en la zona: Drones, GPS, cámaras térmicas, etc. Existe poco material de este tipo y casi todo se encuentra en Madrid.
  • Reforma legislativa para que la fuga ante la presencia policial sea un delito autónomo penado con cárcel, demostrable a través de la reproducción de las conversaciones por la malla de comunicaciones. En la actualidad, en una persecución policial, el delito requiere el “concreto peligro” para la vida de alguien, hecho este casi imposible de demostrar en un juicio, o sólo demostrable cuando ya ha ocurrido lo peor.
  • Reforma legislativa para que los intentos de saltarse controles policiales empotrando vehículos sean considerados tentativas de homicidio siempre, no solo cuando se produce el hecho fatal de un fallecido o lesionados graves.
  • Potenciación de las investigaciones por blanqueo de capitales. ¿A dónde va el dinero?
  • Despliegue permanente de grupos de Geos, Goes, GRS y GAR, procedentes de unidades con mucho menos volumen de trabajo como La Coruña, Zaragoza, etc. que permanecerán hasta la creación de una unidad permanente especializada mixta con policías de la zona que tengan:
  • Conocimiento de la realidad local y delincuentes habituales.
  • Dominio de la especial idiosincrasia delictiva.
  • Implicación con la población por ser su hogar.
  • Creación de un grupo especial de delincuencia económica y tráfico de drogas, estable y descentralizado, al mando de tres fiscales especiales antidroga con oficina en las comisarías implicadas e integrado por agentes seleccionados después de un proceso ajeno al ministerio del interior y en el que participen los tres fiscales y expertos profesionales en la materia que sepan valorar perfiles. La unidad será multidisciplinar con agentes de todos los cuerpos implicados y bajo las órdenes directas de los fiscales, priorizando los agentes cualificados especialistas y los mandos intermedios con experiencia operativa y dejando la supervisión en fiscales y jueces de instrucción.
  • Cobro de complemento económico para los agentes desplegados que EFECTIVAMENTE realicen trabajo operativo sobre el terreno.
  • Inmediata presencia en la zona de mandos de Europol e Interpol, que supongan la implicación de Europa no sólo en medios materiales sino en estrategias y liderazgo.
  • NO a la declaración de Zona de Especial Singularidad del Campo de Gibraltar (a los solos efectos económicos).

Esto implicaría que todos los agentes desplegados cobrarían un complemento económico, independientemente de si están en primera línea de fuego, en una secretaría o en un despacho de mando, lo que siempre deviene en un impacto negativo en los profesionales que asumen un coste pero ven como otros se llevan las recompensas, que acaba mermando la eficacia y la eficiencia.

Además del cambalache típico en los cuadros de mando que sólo realizan trabajo de gestión para acudir a esa zona en busca del complemento, lo que demasiadas veces implica que sea más beneficioso mantener el problema que solucionarlo, pues así se mantienen presupuestos y pluses. También que muchos agentes con puntos de baremo pero ninguna capacidad o cualificación acudan en busca de la bolsa sin el más mínimo interés en exponerse para acabar con el problema. En definitiva, una competición que no ganarían los mejores ni los más implicados y que perpetuaría el problema.

 Es una medida de gran impacto político mediático, lo que suele ser sinónimo de bajo impacto operativo. Los pluses económicos sólo deben cobrarlos aquellos agentes que asumen los costes de peligrosidad, penosidad y especial dedicación del trabajo en la zona, independientemente de su escala o categoría. Si se declaran por zona y no por destino personal, se creará el enésimo gigantesco aparato burocrático de mandos y agentes mediocres que no salen de despachos y oficinas y a los que les interesa que el problema no acabe nunca para seguir cobrando.

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Una Policía Para El Siglo XXI

 

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