Hace unas semanas tratamos la cuestión de la inmigración ilegal desde el punto de vista de una supuesta invasión encubierta, y enseguida ya hubo alguien con la piel muy fina que puso el grito en el cielo calificando esta perspectiva como exagerada y fuera de contexto.
Pues bien, ahora esas voces aparentemente críticas guardan silencio ya que son los propios inmigrantes ilegales los que abiertamente llaman a una invasión masiva del territorio español. Se ha tenido noticia de una convocatoria orquestada en redes sociales entre esos individuos que esperan traspasar de manera ilegal la frontera e invadir la ciudad autónoma española de Ceuta. ¿Cómo se ha de calificar eso? ¿Invasión?
La reacción no se ha hecho esperar y las autoridades policiales y militares de Marruecos han desplegado miles de efectivos en la zona a fin de contener a la masa de nacionales de ese país que desde hace meses se congregan en la inmediaciones de la frontera esperando el momento idóneo para efectuar el asalto.
Mientras tanto aquí desde la Subdelegación del gobierno supuestamente se está organizando un dispositivo de seguridad del que por razones obvias no se han facilitado apenas datos.
Es del todo inaceptable cualquier tipo de inmigración ilegal y más si cabe cuando se lleva a cabo por medio de la violencia. Ya conocemos de sobra lo que supone un ataque violento contra nuestra frontera y más concretamente contra los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado que de manera ejemplar las defienden.
Hay que recalcar que hablamos de un tipo de inmigración dañina y peligrosa, es una inmigración ilegal organizada. Quienes pretenden efectuar este ataque no son personas que huyan desesperadamente de la miseria o de algún conflicto armado en busca de prosperidad, de nuevas oportunidades o de refugio.
Ante la nuevas amenazas de la inmigración ilegal violenta es muy necesario reforzar aquellas medidas enfocadas en la lucha contra esta lacra. Hay que estar preparados para lo que se nos pueda venir en cualquier momento, estamos avisados y no se puede seguir mirando para otro lado.
Como país miembro de la Unión Europea la toma de decisiones en este sentido siempre deberá contar con su respaldo. No es solamente un problema de España, sino que atañe directamente a la propia Unión. Hace unas semanas FRONTEX ofreció su ayuda a las autoridades españolas para luchar contra la inmigración interviniendo directamente. Dicha oficina europea de control de fronteras dejó la pelota en el tejado de las instituciones gubernamentales españolas instándolas a realizar una solicitud formal de colaboración para poder intervenir.
Esta cuestión a la que hoy parece que no se le da la importancia que merece, resultará muy difícil
de controlar cuando en unos años todo esté fuera de control.
La nueva inmigración ilegal masiva son los peones de un caballo de Troya que pretenden desestabilizar Europa. No es alarmismo, no son prejuicios, son hechos contrastados y aunque escueza, es la pura realidad.