Tanto sanitarios como policías están al servicio de la sociedad ejerciendo una labor humanitaria, salvando vidas y creando vidas con mayúsculas. Pero parece tienen que ser dioses sometidos a una presión y estrés gigante obligándoles a tener miles de brazos y soluciones. Pero nos preguntamos… ¿quién piensa en ellos y su salud mental?
Después de todo el esfuerzo y dedicación durante estos últimos meses, luchando en primera línea frente al.Covid-19, aparece el cansancio, la depresión, la ansiedad, la desmotivación, el “no puedo más” y como única solución la excedencia. También se detectan casos de muchos profesionales contagiados a pesar de recibir la tercera dosis y en cuarentena.
En toda España, se conocen casos de muchos profesionales en excedencia por la desorientación y el caos. También son los primeros en la obligatoriedad de una vacuna voluntaria y cuyos efectos a posterioridad todavía se desconocen. Enlazaremos el síndrome post traumático que sufrieron policías en Cataluña padeciendo la violencia, insultos y discriminación desde en restaurantes a hoteles sumado todo esto el estar lejos del afecto familiar. Un escenario que deriva la aparición de depresiones y el recuerdo de esa situación en cualquier calle en forma de síndrome post traumático bestial.
Los sanitarios y agentes, como seres humanos, también sufren y enferman. Empatizan con el afectado, son su familia en confinamiento y lloran cada pérdida como un fracaso cuando lo han hecho todo.
Desde h50 manifiesto mi apoyo total a la doctora Fátima Nercellas de Urgencias del Hospital Clínico de Santiago que sabe lo que es el código deontológico y con una trayectoria profesional intachable. La ha expedientado el Sergas y la Xunta cor sacar de una fila de enfermos a un paciente que se moriría en el pasillo. En situaciones donde peligra la vida del paciente los protocolos pasan a un segundo. Bien es sabido que se atiende por orden de gravedad y no de llegada. Es primero la atención a un accidentado o aquejado de un ictus o infarto que no a alguien con dolor de garganta.
La Asociación de Pacientes de Compostela abrió una petición en Change.org de apoyo a la doctora, que en pocos minutos ha recibido ya docenas de firmas. Solicitan el archivo del expediente.
Si los políticos expedientan a quien obra humanitariamente y siguiendo el código deontológico, algo no va bien. A los que hace poco se aplaudían ahora pisotean… La depresión, las somatizaciones ponen en riesgo la vida y es necesario un protocolo especial y atención a quienes salvaguardan nuestra vida y seguridad.
Por las Fuerzas de Seguridad, por los sanitarios que son luz y vida en la oscuridad. No podríamos vivir sin ellos porque son insustituibles.
Autora: Pilar Enjamio Furelos