A veces me sorprende la confusión generalizada a la que infunden muchos medios televisión donde afirman que el musulmán que asesinó un sacristán en Algeciras e hirió a un sacerdote sufrió “un brote psicótico”.
Hablando de antemano del respeto a todas las religiones como la musulmana la católica, la ortodoxa… el fanatismo no es religión sino una psicopatía en sí mismo. Una obsesión por una idea y donde se desencadenan una serie de ritualizaciones y conductas repetitivas.
Cuando se entrar a formar parte de estos peligros círculos, el individuo pierde su rasgo de persona y pasa a ser cosificada. A convertirse en objetos y fijarse obstáculos a derribar. No hay empatía ni dolor porque se mata en nombre de esa idea y se siente orgulloso por ello.
A la señora Irene Montero, habría que preguntarle si es verdad la afirmación del señor Feijoo sobre que se mata en nombre de Dios y por si no le ha quedado claro yo se lo repito… Nos encontramos ante un estudio de un perfil y análisis de conductas y esto lo desconoce por descontado.
En vez de limitarse a palabras debería ahondar en lo que se esconde en las personalidades del agresor. Un depredador tiene una conducta repetitiva y obsesiva y estando excarcelado repetirá la misma conducta una y otra vez hasta saciar su ira. No valen las pulseras porque las víctimas de un psicópata depredador son distintas y en cualquier momento y lugar.
Entonces: ¿Todas las mujeres españolas deberíamos llevar pulseras?
En vez de criticar la afirmación de Feijoo debería condenar a una acción criminal contra un ser inocente aunque sea un hombre. Es terrorismo yihadista y es algo gravísimo porque está sucediendo en Europa, en nuestra casa. Este es un terrorismo que quita los derechos esenciales a la mujer y eso debería preocuparle.
En Algeciras y en Cádiz no necesitan lecciones de civismo ni educación porque conviven musulmanes y católicos , todos hombres de paz Respeto y dolor por la perdida de un ser humano bueno , mi apoyo a todala familia Salesiana en una tierra amo con locura Menos palabras vanas y más prevención y solidaridad.
Autora: Pilar ENJAMIO FURELOS