Agentes de la Ertzaintza y Policía Nacional continúan investigando posibles asesinatos cometidos por Nelson David, un colombiano de 25 años, al que se le atribuyen al menos la autoría de cuatro crímenes y dos intentos de homicidio. A día de hoy, permanece ingresado en la prisión de Basaui mientras que los investigadores rastrean varios casos alrededor del panorama nacional por si guardan relación con el detenido.
Es evidente que se trata de un perfil claro de psicopatía pero debemos ahondar profundamente en la raíz de dicha conducta. Es inusual que el robo no sea al azar sino con personas de una determinada opción sexual. Se habla también de un delito de odio pero yo, como profesional, veo una supuesta vía que es la venganza. Venganza ante posibles abusos en la infancia dentro de su entorno.
Como la mayoría de psicópatas integrados en la sociedad, buscan cobijo que son a la vez tapadera de sus delitos ante la sociedad a través de una relación estrecha en la que las personas que le rodean acaban convirtiéndose en parte de su propia familia. El círculo se estrecha con sus allegados y en el caso de Nelson David comprobamos que incluso trabajaba en la pollería de su suegra.
Sus víctimas, con las que no dudaba en usar drogas de sometimiento que no dejan rastro, perdían para el su verdadera identidad y su nombre convirtiéndose en los fantasmas del pasado a quien antaño no se pudo enfrentar y retar. El resultado: cuatro homicidios aparentando muerte natural y dos intentos más fallidos.
La escopolamina, la burundanga, el éxtasis, en caso de salvar la vida, producen sobre las víctimas un efecto de amnesia sobre lo ocurrido y por lo tanto jamás creyó ser descubierto. También alardeaba de amor en redes sociales con su novia.
Recuerdo aunque era en ficción pero es extrapolable a la realidad un médico amante de su esposa y buen profesional que asesinaba a prostitutas porque creía hacía un bien limpiando la sociedad de lo que el consideraba “malas hierbas”. Quizás en Nelson cree limpiar la sociedad de quien no considera normal y entonces podríamos valorar la concurrencia de un posible delito de odio y homofobia.
Pero más bien sostengo la raíz en su infancia o pre adolescencia dentro de una familia desestructurada o quizás algo le hirió profundamente en el pasado. Según la investigación en curso, Nelson establecía contacto con otras personas a través de páginas dirigidas a público de orientación homosexual. Se debe, por lo tanto, en esta caso aludir al racismo y la homofobia y máxime si la consecución es la tragedia. Para ello tenemos a las mejores Fuerzas de Seguridad que encajarán una a una las piezas del puzle.
Quizás lo haya hecho ya en el pasado ya que se desconoce si hubo contacto físico o no. Nelson elegía bien a sus víctimas basándose en un estudio de vulnerabilidad. Probablemente se sentía seguro al acechar a homosexuales bajo su hipótesis de elegir perfiles con tendencia a vivir solos y con menos “obstáculos” para llamar la atención de sus macabras acciones respecto a un miembro de una unidad familiar con hijos y mayor presencia de personas a su alrededor susceptibles de delatarle o destapar sus asesinatos.
Análisis de Pilar Enjamio Furelos, psicóloga
A mi pensar, elegía personas homoxesuales q se acercaban a el y, después de conocerlas decidía la víctima, después de su primer delito mortal (accidental), por la droga que uso, ya no le importo si moría alguno más!
Seguramente si.haya sufrido.abuso por parte de otro hombre, en su infancia.