PENA MÁXIMA PARA EL QUE ASESINÓ CON ENSAÑAMIENTO A ANA ENJAMIO .
Me hiere en lo más profundo este caso porque lo siento propio al ser de mi sangre y mi apellido y por ello defenderé a muerte a Ana Enjamino. Todo ello a sabiendas de la certeza me da mi profesionalidad y mi experiencia en análisis de conductas.
La posesión y la celotipia generan la obsesión. Tres palabras entrelazadas e íntimamente unidas que originan impulsos incontrolables y tragedias tomando como un agravio y desprecio el final de una relación que una mujer libre decide.
Surge derivado de la obsesión. El acoso, haciendo la vida imposible a quien quiere obligar a darle amor, Ana Enjamino sufría acoso, tenía miedo y, ojalá, hubiese denunciado o lo hubiesen hecho sus amigas. Ana tenía un novio varios años, pero inició una relación con el supuesto asesino y compañero de trabajo, Cesar, pero al cabo de unos meses no veía futuro en esa relación.
Pero Cesar no lo aceptaba porque había roto con su pareja anterior con la que tenía dos hijos y por ello si no se le quería empezó su castigo, terrible castigo hasta espiar en el teléfono de Ana con quien hablaba.
Sabía donde estaba y aparecía en actitud espía y vigilante. Pero una noche de un 16 de diciembre de 2016 cuando todo era inicialmente bonito en una cena de empresa, sucedió la tragedia. Un vecino afirma esa madrugada los vio a los dos en el portal.
Ella decía que se fuese y alguien oyó gritar la palabra mamá en dos ocasiones. Su madre, además de madre, era amiga. Su padre, José, un hombre humilde y trabajador no levantaba la cabeza del suelo. MATARONME A MIÑA FILLA, decía.
El análisis de los móviles y georradar sitúan a ambos en el portal. Oyeron gritar pero nadie acudió mientras un monstruo le asestaba 28 puñaladas en cuello, pecho, tórax. Se deshizo de su ropa y del móvil de Ana Enjamio ya borrados todos los mensajes había enviado.
UN PSICÓPATA con letras grandes, que si fue capaz de asestarle 28 puñaladas ahora quiere manchar el honor de una joven sana, pura afirmando una relación a tres y relaciones puntuales. Creo que el acoso y la negativa de una chica libre de decidir dice todo lo contrario. Las relaciones son si dos quieren, lo contrario es violación. Un monstruo destruyó sus 25 años de belleza, inteligencia, felicidad y proyectos como gran ingeniera. Además destruyó e hirió de muerte a una familia, que es la mía .
Jamás habrá Navidad en esta familia segando la vida y juventud de uno de sus miembros. Por ello y estoy absolutamente convencida el jurado popular obrará con justicia pido la máxima pena para quien hizo tanto, tanto daño y que será irrecuperable, sumando el sufrimiento y angustia causado a Ana antes del asesinato.
Ana decía a una compañera que las miradas de Cesar eran como puñaladas atravesaban su cuerpo.
NADA MÁS QUE DECIR. JUSTICIA. TODO ESTÁ CLARO.