El sindicato Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones denuncian un nuevo episodio violento en el mundo penitenciario, concretamente el vivido este domingo pasado en el módulo siete del Centro penitenciario de Almería, donde se ha producido una pelea multitudinaria por una discusión entre internos de origen marroquí y argelinos, lanzándose todo tipo de insultos, comenzando las agresiones, “cuando un interno coge una silla y se la aplasta al otro interno que se encontraba en el suelo”, teniendo que acudir primero los internos del propio módulo en este caso españoles para separar a los dos bandos, llegando inmediatamente todos los funcionarios de otros módulos, y resto de efectivos que se encontraban trabajando para controlar la situación.
Como consecuencia de la misma un funcionario presente en esos momentos en el módulo al intentar separar a los dos bandos de internos, ha sido lesionado, teniendo que ser atendido en primera instancia por los servicios médicos de guardia de la prisión por contusiones y abrasiones de la mencionada pelea. Una vez han intervenido los funcionarios del centro penitenciario, con gran profesionalidad, consiguieron finalizar la multitudinaria pelea, saldándose ésta con los cinco internos principales protagonistas en el módulo de aislamiento.
Se da la circunstancia que el elevado número de internos de esta procedencia y la masificación de la prisión, unido al periodo de Ramadán, en el que los ánimos por no ingerir alimentos se encuentran a flor de piel, hacen que los módulos se conviertan en polvorines y estallen en situaciones violentas de difícil control.
Remarcan desde APFP que en el periodo del Ramadán en los centros penitenciarios son momentos muy complicados, dado que los internos que lo realizan, no ingieran ningún alimento durante todo el día, hasta la puesta del sol de la tarde, lo que provoca que tengan una ansiedad y los internos que lo realizan se encuentren tensionados por no ingerir alimento hasta dicha hora de la tarde.
“Como siempre, una vez más la profesionalidad, el buen hacer de los funcionarios de prisiones, que han intervenido de forma inmediata han demostrado que este colectivo no puede pasar un minuto más sin ser considerados autoridad en el ejercicio legítimo de nuestra profesión”, demandan desde APFP, quienes consideran que “a parte de considerarnos autoridad, para casos de urgencia y de alto riego es necesaria la aprobación para que los funcionarios puedan utilizar la pistola eléctrica Taser que es fundamental para salvaguardar la integridad de los funcionarios y de internos.”