Los niños no son juguetes ni proyección de las frustraciones y paranoias de un progenitor. El caso María Sevilla e Infancia Libre es la más clara negligencia e irresponsabilidad política. El discurso triunfal de Irene Montero está lejos de vislumbrar el triunfo del feminismo ni protección de madre sino más próximo del amparo delincuencial y la incitación a presentar denuncias falsas.
“Privar a los menores de libertad, de interacción social en la escuela y sin protección médica es un delito. Muy grave también es la tipología delictiva del abuso sexual pero tan grave es inventarlo”
Los niños aislados se vuelven desconfiados, con fobias y por eso la actitud de uno de los menores de emitir conductas animales de gruñidos e incluso llegar a olfatear. Se desarrolla en el futuro el síndrome emperador o del niño tirano al que podemos sumar autolesiones e incluso atentar contra su vida.
Muchos pueden convertirse en maltratadores viendo en cada mujer el rostro de esa madre le separó de amigos y les quito su derecho de ser libre y de vivir con normalidad. Todo empieza por la demonización de uno de los progenitores, en el caso María Sevilla afirmando es el demonio y en caso Juana Rivas de que su padre no lo quería y no deseaba verlos.
Durante este proceso de exposición mediática de Rivas he estado al lado de Francesco Arcuri, no desde el fanatismo político y centro de atención mediático, sino desde la profesionalidad y la verdad. Un hombre de paz, que protegía a sus hijos y lloraba cada noche después de acostarlos viendo como la ansiedad de su hijo mayor crecía cada vez pasaba unos días con su madre y el avance se convertía en retroceso.
Manipulaciones, victimismo y el menor parece no importar. Esta decisión de dar de nuevo la patria potestad a Mari Sevilla es volver al peligro, a la toxicidad de una relación materna y a generar patologías en el menor que en estos momentos está con su padre. Él quiere estar con su padre y estar rodeado de sus amigos. No puede ser la vuelta al desequilibrio del menor y a pretender destruir su vida. No, no atacamos a la mujer ni al hombre solo las actitudes delictivas que dañen al menor.
Tomás Gimeno no solo secuestró, sino que asesinó a dos menores. No se trata de feminismo o no, ni de políticas fanáticas sino de justicia. Porque los menores son intocables y para eso están las leyes, para protegerlos y cumplirse igual que la Policía con drones los localizó y devolvió a la vida. Por ello, no pueden volver a ser manipulados porque todas las denuncias por abuso han sido sobreseídas al ser Infancia Libre un grupo endogámico, los informes son subjetivos y sesgados y no objetivos.
El futuro de la sociedad es el menor, esa es la clave para construir unos cimientos y base sólida y no destruirlo mentalmente con miedo, pesadillas, terrores nocturnos y mentiras rodeando su vida.
“La vida es muy simple y lo peligroso que acecha hay que alejarlo totalmente. Libertad.”
Análisis de Pilar Enjamio Furelos, psicóloga
Gracias Pilar por el artículo. Conciso pero muy claro.
Como padre que ve sufrir a sus hijos con la ansiedad causada por las falsas acusaciones de su madre contra mi, todo lo que sea dar visibilidad a este comportamiento va en beneficio de la sociedad, no solo actual, sino sobretodo futura
Si por casualidad encuentras adultos que hayan pasado por ese proceso de privación del mundo exterior y hayan tenido ocasión de retomar el contacto con él, no dejes por favor de decirles que se pongan en contacto conmigo, para aportar sus testimonios y dar más visibilidad a este fenómeno: https://chaaln.org