“Papi, papi, qué bueno era”. Esas fueron las palabras de una de las hijas del general de Brigada de la Guardia Civil Juan Atarés Peña tras ver a su padre asesinado en el suelo
Hace 36 años, el 23 de diciembre de 1985, el general de Brigada de la Guardia Civil Juan Atarés Peña era asesinado en Pamplona al recibir tres tiros por la espalda por miembros de la banda terrorista ETA.
Eran las doce menos cuarto de la mañana y Juan Atarés estaba paseando, algo que hacía habitualmente, cuando dos pistoleros de ETA salieron de un vehículo robado, un Renault 5. Tras acercarse por la espalda a Juan Atarés, la etarra Mercedes Galdos Arsuaga, le disparó a bocajarro por detrás hasta en tres ocasiones. Dos de las balas le alcanzaron en la nuca y una tercera en la espalda.
Tras comprobar que le habían matado, se marcharon de la zona, donde les esperaba un tercer terrorista en el vehículo con el motor en marcha.
El vehículo se encontró dos horas después a tan solo un kilómetro de distancia del lugar de los hechos.
Al poco de ser asesinado Juan Atarés, su mujer, María Luisa Ayuso, así como varios hijos, llegaron al lugar del asesinato. Varios medios de comunicación publicaron la foto de la mujer arrodillada abrazando el cadáver de su marido, mientras una de las hijas lloraba y decía “Papi, papi, qué bueno era”.
Hasta en cinco ocasiones intentaron asesinarle
No era la primera vez que atentaban contra él. Hasta en cinco ocasiones habían intentado asesinarle, sin embargo, Juan Atarés se había negado a llevar escolta.
Se encontraba en reserva activa tras un incidente ocurrido en noviembre de 1978 con el entonces ministro de Defensa y vicepresidente del Gobierno Manuel Gutiérrez Mellado, al que llamó “embustero” y “traidor”.
Harto de enterrar guardias civiles
En febrero de 2010, una de sus hijas, Matilde Atarés Ayuso, declaró que el consejo de guerra que le hicieron a su padre, fue por decir al entonces ministro de Defensa y vicepresidente del Gobierno que, “frente a la opinión de que el fin de ETA estaba próximo, él estaba harto de enterrar guardias civiles y sin ánimos para seguir consolando a viudas y huérfanos“.
Dos años después del asesinato, la Audiencia Nacional condenó por el mismo a Juan José Legorburu Guerediaga y a Mercedes Galdós Arsuaga a sendas penas de 29 años de años de prisión por el asesinato de Juan Atarés Peña.
La viuda María Luisa Ayuso, manifestó sobre las medidas de reinserción de miembros de ETA que no estaba de acuerdo con ellas.
“Perdonamos a todos, pero no podemos admitir que personas implicadas en delitos sangrientos salgan tranquilamente a la calle, mientras que otras, pobres que roban un racimo de uvas para poder comer, tengan que pagar la totalidad de la condena en la cárcel” (ABC, 24/12/1985).