Autora: Olga Maeso*
Hace tiempo que quería dedicar un escrito a aquellas personas que deciden ascender, asumir más responsabilidades y poner todo su corazón y conocimiento para que el cuerpo policial al que pertenecen vaya mejor.
Son personas que viven y sienten la profesión en cuerpo y alma, pensad que una vez asumes más responsabilidades, ello también suele venir acompañado de más quebraderos de cabeza.
Pasas de ser responsable de tus propios actos a llevar a un grupo de personas, cada una de ellas diferente, lo cual estoy convencida de que no debe ser nada fácil.
Si el mando toma las decisiones adecuadas, está bien, por algo cobra más, ¿verdad? En cambio, si un mando se equivoca en alguna decisión de gestión, lo echamos a los leones y será criticado eternamente.
Veo que ser mando requiere mucho esfuerzo y sacrificio y pocas veces se les reconoce la gran labor que realizan.
Francamente, me duele cada vez que escucho declaraciones de los compañeros que afirman que la culpa de que los cuerpos policiales no estén mejor, es de los mandos, dando a entender que todos los mandos son un cero a la izquierda. Estas personas que hacen tales afirmaciones habrán tenido poco o nulo trato con los mandos y por eso no son conscientes ni valoran la gran labor que realizan diariamente.
En mi caso, tengo la gran suerte de pertenecer a la escala básica, soy patrullera de seguridad ciudadana y escucho las opiniones de a pie. También he tenido la gran suerte de conocer y trabajar con altos cargos y ver como se desviven en su día a día para realizar la mejor labor posible y gracias a ellos, los diferentes cuerpos van mejorando y evolucionando. Lo que os cuento no es algo que me hayan explicado, es algo que he vivido personalmente.
Con este escrito quiero dar las gracias a todos los mandos, por dedicaros en cuerpo y alma a dar un mejor servicio a la ciudadanía y por estar siempre pendientes de como poder mejorar el cuerpo policial al que pertenecéis. Soy consciente de que vuestra tarea no es nada fácil, por eso deciros, que además de daros las gracias, tenéis toda mi admiración.
Aprovecho para recordar a todos los lectores que el buen funcionamiento de cada cuerpo policial depende de la actitud de cada una de las personas que lo componen.
Gracias por leerme.
Gracias por leerme.