¿Una enamorada virtual te ha pedido dinero? ¿Te profesa amor rápidamente? Eso es una estafa
No se trata de una enamorada virtual, cariño. Te quiero contar todo desde el principio, vamos a empezar bien. Sin secretos ni puntos oscuros. Aún me hago cruces por cómo a mí, en teoría sabio en estas lides, me han colocado de pringado como al más pardillo de entre los imbéciles. Esto es un nuevo paso por la Universidad a destiempo.
Vuelo de Ryanair de Sevilla a Palma de Mallorca. Llegan las Navidades. El avión va lleno y nos enredan con rifas, músicas estúpidas y otras propagandas. Me siento hacia la mitad del aparato, cerca de las puertas de evacuación, en el asiento del centro. A un lado un chico anónimo que, embebido en sus cascos y oyendo no se sabe qué, anda absorto sin mirar ni a derecha ni a izquierda. En el lado de la ventanilla hay sentada una chica morena, muy guapa, de edad indefinida que no sabría precisar, tal vez alrededor de veinticinco años. La mitad que yo que ando ya casi instalado en los sesenta. Su melena es espectacular, negra azabache y con rizos amplios, muy atractiva. Vamos en silencio, el chico y la chica enfrascados en sus móviles como corresponde. Nadie hace puñetero caso a esa norma de apagar los móviles cuando el avión empieza a moverse.
Despegamos, la chica se revuelve en su asiento y se queja. Un mechón de pelo ha quedado aprisionado por mi antebrazo. Pido disculpas y ambos sonreímos por algo sin importancia. El avión comienza a tomar altura. Un rato más tarde al entrar en el mar saca fotos de la costa. Me mira. Me convierto de pronto en un ligón aeronáutico y le digo:
- No sé si eso que grabas es el Cabo de Palos, volamos demasiado alto. Justo al lado tuvo lugar hace muchísimos años un naufragio importantísimo que se adelantó en seis años al del Titanic. Un barco italiano llamado Sirius impactó contra unas rocas sumergidas, invisibles desde la superficie, y se hundió rápidamente. Demasiados muertos.
- Vaya, me ha tocado al lado un profesor – dice con una sonrisa que acentúa su belleza.
- No, escritor aficionado solamente -y me sale de inmediato la vena de ligón “aeroplánico” -. Si quieres, te doy mi teléfono y me mandas el video de paisajes que estás grabando. Tiene que estar muy interesante.
- Muy bien, dámelo – responde sin mucho entusiasmo y pienso que no va a cumplir el encargo- y cuando llegue a casa te lo enviaré.
- ¿Vas a Palma de Mallorca- – Acabo de soltar la pregunta gilipollas porque ese es el destino del avión en que volamos.
- Voy a Palma de paso para Barcelona. Salía más barato el billete haciendo esta escala que yendo directa. Vengo de visitar a una prima enferma, es como mi hermana y ha tenido un accidente.
- ¡Vaya por Dios! Los accidentes de tráfico – me lo invento porque puede haber sido cualquier otro percance- son siempre complicados y dolorosos.
- Mi prima es como si fuera mi hermana, es que nosotros somos muy familiares – Nerea, el amor de mi vida, cuando la historia que le cuento va avanzando, pone unas caras como para fotografiarla, de sorpresa, de estupefacción…deja, deja que avance.
Aterrizamos sin novedad en Mallorca, todo el mundo empieza a amontonarse sacando maletas y paquetes de esos maleteros incómodos que viajan sobre nuestras cabezas y la chica morena de la gran mata de pelo, también sale disparada para su enlace con Barcelona. Nos despedimos moviendo la mano y…aquí pienso que ha terminado todo. Iluso.
Día 21 de diciembre
- Hola Manuel. Aquí tienes el video que grabé – salta el guasap y es la chica del avión. Ha sido formal, pienso. Ha mandado el video del despegue y la entrada en el mar Mediterráneo.
- Pienso que ahí hay trabajo por hacer, aunque no sé nada de ella, solo el teléfono que ha respondido al que yo le di en el avión.
- Perfecto. Muchas gracias. Como está aquí tu teléfono, cuando vaya a Barcelona, te aviso, te invito a comer y te regalo el libro que fui a presentar a Mallorca cuando coincidimos en el viaje.
- Te tomo la palabra – responde en lo que parece una contestación entusiasmada- Iluso.
- ¿Cómo tengo que llamarte- – pregunto con una ilusión infantiloide- Perdón. Felices Navidades, antes de nada – estamos en el 25 de diciembre y “guasapeamos” de nuevo.
- Llámame Yuli y… felices navidades. Por cierto, tu eres de Sevilla, ¿verdad-
- No, vivo en Sevilla, pero soy de Madrid, aunque trabajo aquí.
- Bien. ¿No conocerás en ahí algún piso barato-
- Los pisos baratos y que estén bien ya no existen. ¿Cuáles son tus preferencias de zona, habitaciones etc..
- Solo quiero que sea barato y que esté bien.
- Bueno pues preguntaré por ahí en alguna inmobiliaria, no te preocupes. Pero…¿ tú quieres venirte a Sevilla a vivir-
- No, a vivir no, pero sí irme a temporadas, tal vez. Para desconectar.
- Bueno y ¿por qué te quieres venir a Sevilla- Oye, te he visto solo media en el avión. No sé qué eres ni a qué te dedicas… Desconectar en Sevilla…noooo. Vivir aquí no es barato. ¿Tú en Barcelona qué haces- Mira cómo voy a ir a Barcelona a presentar el mismo libro que presenté en Mallorca, cuando coincidimos en el avión, en el plazo de un mes, te llamaré y te invitaré a comer. A comer, a cenar no, porque de hecho yo no ceno, pero, ya te digo, te invitare a comer y te preguntaré: ¿Tú qué haces, a qué te dedicas- Porque me da la impresión de que Barcelona tiene muchas más posibilidades de trabajo que Sevilla.
- ¿Solo me vas a invitar a comer- Yo pensé que tenías más interés en mí.
- Ahhhhh. No, no. No es posible tener interés en una chiquilla a la que le sacas un montón de años o le doblas la edad, no es posible salvo que estés loco.
- Ah, bueno. Peores cosas se han visto. Pero bueno, si así lo quieres….
- Ay, ay, señor – risa casi nerviosa mía- bueno, cuando vaya a Barcelona te llamo y te invito a comer. ¿Si quieres ehhhh- Te invito a comer.
- Vale un beso y buenas noches.
- “Malas calles” es un libro coral de relatos donde, entre otros autores, Manuel Avilés narra historias de género negro
Día 27 de diciembre
- Buenos días – dice amable tan pronto abro el guasap-, aunque hoy no tengo un buen día. Se me ha roto el coche. La broma son doscientos euros y no cobro hasta mediados de mes. El coche, cuando le doy al pedal no corre, baja de velocidad. Y hay que cambiar el pedal, algo así me ha dicho el mecánico.
- Pues eso es, que…cuando pueda lo arreglaré porque ahora no puedo. Contéstame cuando puedas que tampoco quiero molestar.
- Bueno Yuli, no molestas. Claro no tengo ni idea de ti. No sé qué haces ni tengo idea de ti. Igual tú tienes más idea de mi porque sabes que escribo que tengo un despacho…Solo sé que ibas a Mallorca y luego a Barcelona y yo iba a presentar un libro. Entra en mi Facebock y mi Instagran. Te he pedido una foto con tu hijo pero una foto familiar para conocerte porque yo no publico nada personal. Yo me dedico a las motos, a la literatura fundamentalmente y al despacho. A eso y solo a eso. Me dio la impresión de que te molestaste cuando te dije que mandaras una foto con el niño. Yo pedía una foto de una madre paseando con su hijo por el parque y me dio la impresión de que me entendiste mal. Me gustaría saber qué haces, a qué te dedicas, dónde vives. En principio porque me caíste muy bien en el viaje, en el trozo de tiempo que estuvimos en el avión. Y luego me resultó especialmente gratificante que te dije que me mandaras el video del despegue y la entrada en el mar y también lo hiciste.
- Obvio, que te lo mandé. Yo trabajo en limpieza por las mañanas. Iba en el avión volviendo a Barcelona de casa de mi prima que ya te he dicho. ¿Y qué tiene que ver que me conozcas- – y se rie timidamente- Lo que pasa es que como no te conozco me molesta que me digas que te mande una foto con el niño. No me gusta. Yo vivo sola en un piso de alquiler. Y vivo con mis dos hijos porque tengo dos.
- Pues te pedí la foto porque en algún momento dijiste que tenías un niño y quise verte con él porque para hablar con una persona con cierta confianza uno tiene que saber a quién tiene delante. Tú tienes dos niños y yo tengo tres y estoy divorciado. Mis hijos me dan sablazos de vez en cuando y ya está. En un mes o así iré a Barcelona y te avisaré por si quieres que comamos. Sin ningún tipo de compromiso. Yo soy un hombre normal, un señor, un tipo que trabaja, que escribe, que le gusta andar en moto y ya está.
- Le envió unos cuantos documentos de reseñas de libros y programas y entrevistas sobre los míos y a la vez le deseo que pase una feliz nochevieja. También le digo que tenga cuidado con el mecánico no vaya a ser un pirata y le organice un desastre de dinero sin que sea verdad. Caigo y le digo que le mandaré esos doscientos euros para que no esté sufriendo durante las fiestas por ese problema.
Día 30 de diciembre
- Si no fuera por el coche estaría bien. Estoy mal porque necesito el coche para trabajar. Me has mandado 280 euros y son 283 y no tengo.
- ¿Y tus padres no te ayudan con dos niños que tienes y criándolos sola-
- Ellos son mayores y no pueden los pobres. ¡Ojalá!
- ¿Te han llegado los bizum- -A 30 de diciembre le he mandado, 285 euros.
- Muchas gracias cariño, si – y pone varios labios de besos y varios corazones-. Aiii – sic- Dios te bendiga.
- No me tienes que dar las gracias, mujer. Han sido unos reyes inesperados y punto. -Me rio- que no me bendiga nadie. No me tiene nadie que bendecir.
- Aiiiii – sic- ¿como no te las voy a dar- Es que yo creo mucho en Dios. – más corazones y besos-. Buenas noches, cariño – con dos corazones más. Estoy mal porque necesito el coche y…tengo un llanto. ¿Tú vives solo en Sevilla- Si no fuera por el coche yo estaría bien, pero…
- Le mando una entrevista de youtube con un libro
- Estoy trabajando no puedo verlo ahora. Ya me cuentas luego – besos y corazones- Impresionante ¡Qué interesante eres, amor! Ahora estaba en el taller hablando con el mecánico.
- Muy bien. ¿ Ya te han dado el coche-
- No, aun estaré sin coche por lo menos dos semanas por las fiestas. Me ha dicho que procurará tenerlo para el otro viernes como mucho, como son los reyes muchas empresas cierran.
- Ya, pero tú no le pagues hasta que el coche no esté arreglado, si le pagas por adelantado se duerme en los laureles.
- Estoy muy impaciente por verte. No tardes mucho ¿eh- Voy a ir a preguntar cuánto vale el gym.
- ¡Impaciente por verme por qué, chiquilla- – me rio – Si yo soy un abuelo.
- Quiero hacer algo por mí porque nunca hago nada para mí. ¿Sabes- Es que me caes muy bien.
- Si te vas a apuntar a un gimnasio me parece muy bien.
- Es que ahora le estoy dando la cena al nene y estoy cansada.
- Es lógico. El trabajo y dos niños…
- No tengo suerte, no me sale nada bien. Tengo ganas de llorar.
- No llores porque llorar no arregla nada. Tienes suerte: te han arreglado el coche. Eso es suerte.
- Si y gracias a ti. Si no… No sé cómo agradecértelo.
- No hombre no. No le des ninguna importancia que no la tiene. Yo no he hecho nada. Simplemente te vi en un momento jodido y ya está. Venga. Los reyes de este año. No me tienes que agradecer nada.
- Cuando no es una cosa es otra. ¡Que cansada estoy, de verdad!
- Con dos niños siempre salen cosas. A ver tu cara de cansada, pero sin llorar. Pues…venga a dormir relajada. Bona nit.
- Buenas noches, cariño
Día 31 de diciembre
- Buenos días cariño mío – y un meme, corazón palpitante-.
- Buenos días ¿estás ya mejor que ayer, más animada-
- Bueno…… no tienes actualizado el guasap.
- Hombre ni el guasap ni nada. Yo soy analfabeto informático. Estoy de viaje y te he mandado la foto desde el coche, pero ya no mando más porque luego me multan y tengo que andar recurriendo.
- Ya he llegado reventado, ducha y niños.
Día 1 de enero
- Feliz año – digo yo y mando ese meme de una cara con un beso.
- Feliz año – responde con un corazón.
- Voy en coche a comer en un pueblo castellano con amigos. Como es mi santo te iba a mandar cincuenta euros para que te vayas a comer con los niños a Mac Donald.
- ¡No me digas, amor! Muchas felicidades. No hace falta de verdad. Si acaso te tendría que hacer yo a ti un regalo. ¡Qué bueno eres!
- Te mando una foto con los jugadores y tomando un gin tonic. Esto parece el Inserso. Orgía y desenfreno.
- Jajajaj – y unos labios con un beso- qué bien estás. Tu eres el más guapo.
- Ya no te mando ni una más que tú no mandas ninguna tuya – y envía una con un traje de fiesta- Muy guapa, ¿es de anoche- ¿Estas descansada ya de la nochevieja-
- Sí, pero yo no bebo ni nada así que estoy bien. Tú ten cuidado, cariño. Pásalo bien. Yo soy muy tranquila parezco una vieja.
- Tu vestido no era de vieja.
Continuará…