19.887 es una cifra que no sorprende ya al ciudadano al saber que Canarias es un punto de entrada constante a España, tan sólo en enero la cifra superó las 2.500 almas. El año pasado, durante el mismo período, llegaron 6.858; la diferencia es notable.
Es una de las cifras más notables del balance quincenal del Ministerio del Interior publicado este viernes y que refleja las llegadas irregulares de inmigrantes desde el 1 de enero hasta el 2 de mayo, con un aumento del 190% respecto al al año pasado en el mismo intervalo de tiempo, lo que significa 13.029 inmigrantes más.
La entrada principal y favorita, es Canarias: 15.982 personas llegaron en 242 pateras a sus costas, lo que supone un incremento del 369% respecto a 2023 cuando la cifra de inmigrantes fue de 3.401 en 77 embarcaciones. El aumento no es elevado es exponencial.
Pero el archipiélago canario no es el único que abraza a la inmigración irregular en su llegada masiva, también lo hacen la Península y Baleares, donde las llegadas siguen una línea de ligero descenso: 2.947 inmigrantes, un 4,7 por ciento menos que en los mismos meses de 2023.
De hecho, desde que empezó 2024, no ha llegado ninguna persona a Ceuta por mar, a diferencia de lo ocurrido en 2023, cuando ya habían accedido 16 personas, y solo una a Melilla, mientras que el año pasado se habían contabilizado 32 llegadas.