La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones –APFP-, denuncia la grave agresión a un funcionario de prisiones ocurrida este miércoles pasado, sobre las 11.00 horas en el Centro Penitenciario de Albolote.
El funcionario de un módulo conflictivo acompañaba a un interno al edificio del Sociocultural para realizar un curso, el funcionario se percata de que el interno está intentando esconder algún tipo de sustancia prohibida.
Al pedirle que lo entregue, el interno se niega y lo lanza al tejado del edificio pero golpea en la pared, por lo que el funcionario lo puede aprehender y comprueba que parece una bellota de hachís. En ese instante, el interno de gran corpulencia se abalanza con gran agresividad sobre el funcionario con el objeto de quitarle la bellota, el interno le empuja, le golpea, le agarra del brazo y la muñeca para recuperar la sustancia prohibida, logrando su propósito, lanzando la bellota de hachís al tejado del edificio. El funcionario fue atendido por los servicios médicos del centro, derivándolo a un hospital para su atención más especializada, con diagnóstico de luxación de hombro.
Es la tercera agresión a funcionarios de prisiones en el Centro Penitenciario de Albolote en apenas diez días. APFP denuncia que se produce una agresión cada 36 horas en los centros penitenciarios dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias sin que se tomen medidas por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, ni del Ministerio del Interior e incluso el propio Gobierno está dilatando la tramitación de agente de autoridad para los funcionarios de prisiones, el día 26 el PSOE solicitó ampliación de plazo de enmiendas por decimosexta vez tal y como publicó la diputada Ana Vázquez del PP en su cuenta de twitter.
APFP exige al Ministerio del Interior un Estatuto Propio para los funcionarios de prisiones como marco normativo para nuestra Institución; adecuación de los medios coercitivos al siglo XXI con la aprobación de pistolas taser y un incremento de las plantillas para ajustarlas a las necesidades reales de los centros penitenciarios para minorar las agresiones que padecen los trabajadores penitenciarios, así como una actualización retributiva con la equiparación salarial con nuestros compañeros de Cataluña, igual trabajo igual salario.