La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones –APFP-, denuncia públicamente una nueva agresión a funcionarios en el Centro Penitenciario de Dueñas en Palencia.
Unos hechos que ocurrieron en el día de ayer, cuando siendo las ocho de la tarde se traslada desde el departamento de aislamiento, al interno G.B.D.S, de nacionalidad brasileña, de 21 años, clasificado en art. 91.3, interno extremadamente peligroso, al departamento de enfermería para ser atendido por los servicios médicos del centro penitenciario, de un fuerte dolor en el ano.
Al ser requerido por el médico para que se pusiera en la camilla para ser reconocido, el interno se pone muy agresivo y empieza a dar voces y le grita al médico “eres un maricón, no me voy a poner como tú dices, maricón”.
El médico, ante la agresividad del interno da por finalizada la consulta. El interno grita que no se va, por los funcionarios se le intenta tranquilizar y que deponga su actitud agresiva, pero cada vez opone más resistencia “no me voy aunque venga todos los funcionarios del centro”. El jefe de Servicios ordena su traslado y de repente el interno le pega un puñetazo en la cara, tras un gran forcejeo, con patadas y puñetazos propinados por el interno, se consigue reducirlo con la fuerza mínima imprescindible y se le traslada al departamento de aislamiento.
Lamentablemente, otros dos funcionarios han sido agredidos en el forcejeo. Los funcionarios han tenido que ser atendidos por los servicios médicos de diferentes contusiones y han ido a urgencias para valoración de sus lesiones.
Gracias a la profesionalidad de los funcionarios se ha solventado la situación una vez más, tal y cómo ocurrió el 11 de abril cuando Igor el Ruso agredió a cinco funcionarios pero se realizó su traslado desde su celda al vehículo de la fuerza conductora por los funcionarios del centro que no portan armas.
En todo comunicado de los funcionarios de prisiones verán ustedes las expresiones “extremadamente peligroso”, “se le conminó a deponer su actitud”, “gracias a la profesionalidad de los funcionarios”, “se consigue reducir con la fuerza mínima imprescindible” y otras similares. Es un mensaje prefijado en todos los partes disciplinarios que emiten. Las fotos que acompañan a este comunicado (simples vendajes) tampoco ayudan a la credibilidad del mismo. Seguramente haya existido esa agresión, pero seguro que no ha pasado de una abrasión al reducirlo o un enrojecimiento del brazo o pierna. Si hubiera existido ese puñetazo a un jefe de servicios u otros “puñetazos y patadas” ya les digo yo que ese interno habría dormido caliente