“El deterioro del orden público y la delincuencia deben atajarse mediante el aislamiento que haga el movimiento ciudadano. No es cuestión de pedir más policías, aunque considero que debe haber un número suficiente de ellos. Tendremos un buen orden público” (Julio Anguita).
Y razón tenía tan insigne maestro, tristemente un problema social casi siempre degenera en un conflicto de orden público y termina en la búsqueda de una solución policial.
Con la aparición de desórdenes públicos, generados por crisis sociales de cualquier ámbito, aparece el recurso fácil de pedir “más policías”.
Lo hemos visto en recientes episodios con manifestaciones en las que se ha alterado de forma preocupante el orden público, o en problemas sociales graves, creados de forma artificial, como los originados por sectores político/radicales en Cataluña y que derivaron en disturbios callejeros.
Ni es culpa de la policía, ni la solución es policial.
Soy policía y por ello no suelo responder a quien actualmente me pregunta; ¿por qué no hace nada la policía?, ¿por qué no sanciona a todos los que se manifiestan en Núñez de Balboa?.
Por el mismo motivo que no se sancionó o disolvió a todos los que en su momento ocuparon la Puerta del Sol, es cuestión de garantías constitucionales. La pregunta política demuestra un desconocimiento absoluto del servicio y las funciones de la policía.
Tenía usted razón, querido maestro, el deterioro social debe atajarse con el aislamiento de quien lo provoca, usted me dio el motivo para no responder a los agitadores. Gracias.
Sentido pésame a familiares y nuestro recuerdo desde h50 como policías al Sr Anguita.
D.E.P
