Un ciudadano procedente de origen pakistaní y de 43 años, ha sido sorprendido en la Jefatura Provincial de Tráfico de Pontevedra con una prenda superior donde ocultaban un teléfono móvil, más concretamente en una sudadera.
Se presentaba a las pruebas teóricas para obtener el permiso de conducción de la clase B, pero en la prenda llevaba un smartphone oculto y en su oído, un auricular. Fuera había otras dos personas, que estaban conectadas con él vía ‘bluetooth’.
Según la ley de tráfico, utilizar este tipo de dispositivos se considera una infracción muy grave. La multa económica es de 500 euros y, además, la imposibilidad de presentarse de nuevo a estas pruebas en un plazo de seis meses desde el día en el que han ocurrido los hechos