Lo ocurrido en el pasado miércoles en Asturias, en la instalaciones centrales del SEPA, en La Morgal, (Lugo de Llanera) cuando un hombre se coló en la sala del 112 y agredió a un coordinador de emergencias fue grave.
La custodia del centro se encarga en cada turno un único vigilante, que en el momento de la intrusión se encontraba realizando una de las tres “rondas de comprobación” que ejecuta durante la jornada. El agresor exigía la grabación de una llamada y pudo ser peor.
La falta de control de acceso a las instalaciones centrales del SEPA, fue debida a que solo existe un vigilante que se halla desamparado y sin medios.
No es un hecho aislado, la mayor parte de las instalaciones importantes y de servicios claves están a cargo de un solo vigilante de seguridad.
El Gobierno del Principado elaborará “un estudio de necesidades” que no excluye “incrementar la plantilla de personal” de seguridad “cuando acabe el contrato” vigente, en septiembre de 2023, además de la “posibilidad de añadir puntos nuevos” de control para supervisar también “fuera del edificio”.
En algunos servicios estratégicos sólo existe un vigilante de seguridad, sería necesario un profundo estudio de las necesidades de cada servicio y la posibilidad de una mayor dotación de efectivos.
A la hora de licitar un servicio de seguridad y vigilancia , este debería de ser revisado por el departamento encargado de controlar los servicios privados por la policía. “Seguridad privada”, donde deberían de detallar el número minino de efectivos para realizar ese servicio. Ya se sabe, siempre presupuesto ajustados y en los concursos se adjudican a las ofertas mas bajas. Luego nos encontramos con empresas que no pagan a su personal, etc.
Saludos cordiales
Por no hacer mención a la escasez de medios con los que cuenta un vigilante de seguridad para hacer frente a situaciones de extremo peligro dado que siempre están en primera línea.