Los Mossos d´Esquadra se sienten muy molestos con sus dirigentes políticos, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el conseller de Interior, Miquel Buch, por la tenue condena de la violencia que han protagonizado en las últimas horas y por abandonarlos a su suerte ante las graves revueltas que se están viviendo en Cataluña.
Algunos mossos de las Brigadas Móviles han asegurado que “si no llega a ser por la Policía Nacional nos matan”, escalofriantes palabras publicadas en el diario La Razón.
Lo cierto es que las unidades de antidisturbios de los Mossos han tenido que enfrentarse a los graves altercados de los últimos días con las manos atadas. A la falta de personal, se une la prohibición de usar gas pimienta ni lacrimógenos contra los violentos manifestantes. Únicamente se le ha permitido el lanzamiento de artefactos de foam.
Y en este punto la UIP ha jugado un papel relevante. Con la ayuda de sus bocachas y pelotas de gomas -restringidas en primera instancia- han conseguido frenar el avance de los radicales contra las fuerzas del orden. Se ha podido ver imágenes de bocacheros de la UIP guardando las espaldas a los agentes de la BRIMO (ver imagen superior), una imagen absolutamente insólita.
Los Mossos se muestran contrariados por la tibieza de las instrucciones políticas encaminadas a contener las revueltas, así como la restricción en la utilización de material antidisturbio, decisión que, sin duda, ha elevado la tasa de heridos entre los agentes de los Mossos y la propia Policía Nacional.
Según palabras de propio ministro del Interior, Fernando Marlaska, la cifra de heridos entre policías y mossos, alcanza los 194, algunos de ellos con lesiones de cierta entidad.
Lo cierto es que la colaboración entre Brigada Movil de los Mossos y las Unidades de Intervención Policial de la Policía Nacional es más que manifiesta desde que empezaron las violentas revueltas independentistas.