La primicia de los hechos la publica El Español, quien relata que la Policía Local de A Coruña vivió una situación insólita la mañana del domingo, 22 de septiembre. Y es que durante un control rutinario en la Avenida do Porto, interceptaron a un adolescente de 17 años al volante que además dijo positivo en el control de alcoholemia.
La historia, sin embargo, va más allá, ya que el copiloto que acompaña al menor era su propio padre. Los policías, atónitos ante la situación, propusieron que el padre tomase el control del coche, ya que su hijo no podía; en primer lugar, por ser menor y no tener carnet, y; en segundo lugar, por estar borracho. Sin embargo, el padre también dio positivo en el control de alcoholemia. Eran las 08:00 horas.
Cuando la situación parecía que no podía ir a peor, la Policía Local tachó un nuevo punto de la lista: el coche carecía de seguro en vigor. Al menor se le imputa un delito contra la seguridad vial y a su padre otro como cooperador necesario del delito.