Azra Bibi, madre de Arooj Abbas y Aneesa Abbas, asesinadas por su familia al rechazar un matrimonio concertado, se sorprendió cuando vio a sus hijas en Pakistán. Sabía que no querían casarse con los hombres mucho mayores que ellas, que la familia tenía concertados para ser sus maridos,
Viajaron engañadas desde Tarrassa y horas después fueron asesinadas por sus familiares, incluidos sus hermados, por cuestiones de honor.
Esta madre contó a los Mossos d’Esquadra en declaración telemática que vive con un hijo menor de edad, bajo custodia policial, ya que ha recibido amenazas de su familia.
Hace apenas unos días, el pasado viernes, saltó otra noticia a los medios. Una joven bengalí, al parecer menor de edad, ha denunciado ante los Mossos d’Esquadra que sus padres quieren obligarla a casarse con un hombre de su país, por lo que se encuentra en estos momentos bajo protección en un piso de la Generalitat.
Al parecer la joven bengalí que reside en Cataluña desde hace varios años, acudió a una comisaría de la policía catalana de Barcelona para pedir ayuda y denunciar que su familia había concertado un matrimonio forzoso en contra de su voluntad con un hombre de su país al que no conoce.
La investigación está abierta. En España se castigan estas conductas en el art 172. Bis
El que con intimidación grave o violencia compeliere a otra persona a contraer matrimonio será castigado con una pena de prisión de seis meses a tres años y seis meses o con multa de doce a veinticuatro meses, según la gravedad de la coacción o de los medios empleados.
La misma pena se impondrá a quien, con la finalidad de cometer los hechos a que se refiere el apartado anterior, utilice violencia, intimidación grave o engaño para forzar a otro a abandonar el territorio español o a no regresar al mismo.
Las penas se impondrán en su mitad superior cuando la víctima fuera menor de edad.
