Una turba enfurecida de más de 200 monos han desbordado el orden en la ciudad tailandesa de Lopburi provocando una serie de incidentes que han tenido lugar en el centro de la ciudad y sus alrededores. La invasión comenzó cuando un grupo de primates, que habitaban en un centro de animales logró escapar y se desplazó por las calles generando pánico tanto entre los residentes como entre las autoridades. En uno de los momentos más tensos, un grupo de estos monos acorraló a varios oficiales en una comisaría local, provocando escenas surrealistas que rápidamente se viralizaron en redes sociales.
El incidente ha ocurrido durante el fin de semana del pasado 17 y 18 de noviembre dando origen en el Parque de los Monos de Lopburi, un lugar conocido por albergar a cientos de primates que, en ocasiones, se comportan de manera agresiva e incluso invasiva. Sin embargo, nunca antes se había vivido una situación de tal magnitud. La fuga masiva de los monos ocurrió debido a una combinación de factores: el aumento en la población de los animales, la escasez de alimentos en la zona debido al turismo reducido por la pandemia y la falta de medidas adecuadas para contener el crecimiento de la colonia.
La falta de intervención por parte de las autoridades locales, sumada a las condiciones de confinamiento, permitió que los monos se descontrolaran. En su búsqueda de comida, los animales invadieron las zonas urbanas cercanas y, al encontrarse con la comisaría, no dudaron en acercarse y bloquear las salidas, lo que dejó a los oficiales atrapados en el interior durante varios minutos.
El número de monos que han invadido la ciudad de Lopburi ha aumentado en los últimos años. La comunidad se ha quejado de la presencia de los primates, que roban comida, causan daños a propiedades y, en algunos casos, han atacado a los residentes. Aunque el gobierno local ha intentado controlar la población mediante programas de esterilización y reubicación, los esfuerzos han sido insuficientes para evitar este tipo de situaciones.
La intervención de las autoridades ha sido inmediata. Se han desplegado equipos de control de fauna para tratar de capturar a los monos y devolverlos a su hogar en el parque. No obstante, la situación ha puesto en evidencia la necesidad urgente de implementar medidas más efectivas para gestionar la población de estos animales, que siguen siendo una atracción turística en la región, pero cuya presencia ha comenzado a ser vista como un problema.
Este episodio ha dejado en claro que las políticas de manejo de fauna salvaje deben adaptarse a las nuevas realidades sociales y ambientales. Aunque los monos han sido una parte icónica de la ciudad de Lopburi, su creciente número y comportamiento agresivo podrían seguir representando un reto para las autoridades si no se toman decisiones inmediatas y eficaces.