Grande Marlaska fijó como uno de sus objetivos retirar las concertinas de Ceuta y Melilla cuando llegó a Interior de la mano de Pedro Sánchez en junio de 2018. Durante este tiempo, se han realizado estudios sobre cómo eliminarlas argumentando que no son un elemento disuasorio y que provocan graves lesiones.
Las concertinas son alambres con cuchillas cortantes instalados en el año 2005, bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El presupuesto de la reforma que incluye la sustitución de las concertinas en casi 33 millones de euros, de los que un 75% podría financiarse con cargo a los fondos europeos.
Según informa ‘El País’, este sistema será retirado antes de final de año y su eliminación implicará reforzar la frontera con otros sistemas de seguridad como reconocimiento facial, mejores cámaras de seguridad y más metros de altura de la valla.
De esas medidas, una de las que Interior acometerá este mismo año será la retirada de las concertinas en los tramos del vallado “más vulnerables”, es decir de aquellos que, bien por orografía o por otras circunstancias, son objeto de más intentos de saltos por parte de inmigrantes.
Marlaska advirtió en su día de que en junio de 2017 un informe de la inspección de Interior ya apuntó que las concertinas no son un elemento “disuasorio” para las personas que tratan de acceder a España por el vallado en Ceuta y Melilla.