La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, ha mantenido esta mañana una reunión de trabajo con los responsables de la Guardia Civil en Pontevedra, donde ha podido ver de primera mano el trabajo que realizan los agentes en la provincia.
Los mandos de la Guardia Civil han expuesto a la directora general los cometidos que realizan, cuál ha sido su evolución en los últimos años, así como las perspectivas y planes de futuro.
Además de comprobar la estructura, organización y problemática en la provincia, María Gámez ha mantenido un encuentro con personal de todos los empleos a quienes ha felicitado por su servicio diario. Especialmente ha querido destacar el trabajo que desarrollan en el Camino de Santiago, donde la Guardia Civil presta ayuda a la ciudadanía y a todas las personas que peregrinan a lo largo de las cinco rutas, 22 etapas y 463 kilómetros que discurren por la provincia pontevedresa.
La directora general ha querido conocer de primera mano el trabajo de las distintas especialidades de la Guardia Civil en Pontevedra, entre ellas, el Servicio Marítimo con sus competencias en aguas territoriales del océano Atlántico o la coordinación con las fuerzas policiales portuguesas con la estrecha colaboración de las unidades fronterizas de ambos países.
La Guardia Civil en Pontevedra
La Guardia Civil de Pontevedra se organiza en cinco Compañías, siete Puestos Principales, 26 Puestos Ordinarios y cuatro Puestos Fiscales que cubren la seguridad del 91,98% del territorio de la provincia. Asimismo, la Comandancia cuenta actualmente con casi 1.200 agentes de la Guardia Civil.
La Comandancia de Pontevedra, para dar servicio a toda su demarcación, cuenta con unidades de Seguridad Ciudadana, Información, Policía Judicial, USECIC, Fiscal, Servicio Marítimo, Servicio Cinológico, Grupo de Desactivación de Explosivos, Intervención de Armas, Equipos @, Viogen, Roca, Agrupación de Tráfico y Seprona, entre otras.
Con respecto a la criminalidad, hay que destacar que dentro de los delitos que generan mayor alarma social hay un descenso de la tasa de criminalidad como los robos con violencia con un 33,33% o los robos con fuerza en viviendas, establecimientos y otros lugares con un 32,93%.