María Ángeles Ruiz Alaminos, ha sido una pionera de la primera promoción de mujeres guardias civiles y se ha convertido en la primera mujer en pasar a la a reserva en la Comandancia de la Guardia Civil de Granada tras 33 años dedicados a la Guardia Civil.
Nació y reside en Granada. Tiene 2 hijas de 28 y 24 años, la pequeña ha seguido los pasos de sus padres y es guardia civil.
Estando embarazada de sus dos hijas, estuvo trabajando todo el embarazo y cuando terminó su baja maternal se incorporó nuevamente a su destino.
Ella es guardia civil por vocación, dejó sus estudios universitarios para ser guardia civil, es algo que llevaba en la sangre, es nieta, hija, esposa y madre de guardia civil.
Ingresó en la Academia de la Guardia Civil de Baeza el 1 de septiembre de 1988, haciendo historia al formar parte de las primeras mujeres que se incorporaron a la Guardia Civil. Tras nueve meses de academia, pasó destinada a Lérida.
Los primeros años fueron duros, era la primera vez que había mujeres en el Cuerpo y los cuarteles no estaban acondicionados para acoger a las mujeres, ni tampoco las mentalidades y hasta la uniformidad no estaba adaptada a las mujeres, “nos dieron faldapantalón y zapatos de tacón algo incómodo para trabajar”.
Lo comienzos no fueron fáciles, la mentalidad de la sociedad y de la Guardia Civil no estaba preparada, pero “nunca me he arrepentido de pertenecer a esta gran familia”.
En Lérida estuvo en el núcleo de servicios de la Comandancia, ejerciendo funciones de protección y seguridad de la Comandancia, Subdelegación de Gobierno, Audiencia provincial, juzgados y también de escolta de explosivos y traslado de detenidos.
En el año 1993 pasó destinada a la Comandancia de Granada, al Puesto de Vélez de Benaudalla, Compañía de Motril (costa de Granada),realizando
servicios de patrulla, normalmente en la playa, en aquellos tiempos había entrada de inmigrantes casi a diario, alijos de droga, rescate de personas, incendios, robos, accidentes, etc.
Al ser la única mujer en dicha compañía, tenía que ir a todos los controles que se hacían. Acompañaba a policía judicial en registros, también al Cuerpo Nacional de policía de Motril que la reclamaban para registros, ya que ellos tampoco tenían mujeres en la Comisaría..
Cuando las patrullas detenían a alguna mujer, daba igual que no estuviera de servicio y la hora que fuese, tenía que hacerse cargo de realizar los cacheos.
En el año 2002 pasó destinada a la compañía de Granada, al puesto de la Zubia, donde estuvo en atención al ciudadano y los últimos años en el área de VioGen.
De todas sus experiencias buenas y malas, que no fueron pocas, la que más la marcó fue en el año 2018, el 15 de octubre, cuando un compañero del puesto fue asesinado de un disparo por un delincuente.
“Nunca he tenido compañeras destinadas en mi mismo puesto, alguna vez mujeres eventuales que estaban un año y se iban destinadas a otros sitios”.
María Ángeles se siente orgullosa de haber desarrollado toda su vida profesional siempre en Puestos (Cuarteles) de la Guardia Civil, trabajando a turnos y haciendo domingos y festivos. Con respecto hacia sus compañeros asegura: “Siempre me han tratado como uno más, sin diferencias de trato”.
Fuente:@mujerygc
