Desde el pasado 4 de julio, nada se conoce sobre el paradero de Manuela. Desaparece, unos días antes de la desaparición de la joven Diana Quer, en Monasterio (Badajoz) a la edad de 42 años.
Tras pasar la tarde con su amiga, regresó a su domicilio entorno a las 23:00 horas. Tal y como su amiga apuntó a fuentes policiales, aquella tarde, no tuvo nada de especial, tampoco hizo mención de nada diferenciador que podría atisbar el duro desenlace.
Nada extraño tampoco se halló en su vivienda, la cual permanecía sin aparentes signos de forcejeo; se halló sí con las luces y la televisión encendida. La puerta de entrada a la vivienda estaba cerrada con llave, solo tenía una vuelta dada, en palabras de Emilia Chavero – su hermana – “le dieron solo una vuelta porque la segunda cuesta mucho trabajo, el truco sólo lo sabía mi hermana”,
Tanto la UCO como la familia descartó, desde un primer momento, la desaparición voluntaria tanto por el modo en el que tuvo lugar la misma, así como por el amor que le unía a sus dos hijos de 16 y de 8. Descartada la tesis de la huida, la familia e investigadores se preguntan qué fue lo que pudo pasar.
¿Quién se la ha llevado?
Son muchas las vías que permanecen abiertas. En lo que respecta a su estado sentimental, en los últimos tiempos, estaba en trámites de divorcio y mantenía una relación esporádica con un chico de 21 años de su mismo pueblo. Éste fue la última persona con la que la joven tuvo contacto vía mensajes de WhatsApp.
La conversación giró entorno a verse aquella noche. El joven declinó la invitación al alegar estar cansado fruto de la dura jornada laboral. Tras el mensaje del joven, Manuela respondió con un “jajajaj”.
Pasados diez minutos, él le envió un nuevo mensaje: “¿Dónde estás que no me contestas?”, le dijo.
No hubo mayor interacción.
Fue tomado declaración e investigado sin encontrar ningún rastro que le relacionase con la desaparición de la joven.
Nadie olvida a Manoli
Han sido diversas las concentraciones que ha tenido lugar en relación a desaparición de Manuela. En ellas, se ha comprobado cómo una localidad entera ansía su vuelta. Emilia Chavero, su hermana, dice tener confianza en el esclarecimiento del caso aludiendo, en los últimos tiempos, tener el cerco cada vez más acotado. Se apunta a que a pesar de no tener clara la persona autora de los hechos, sí que se tiene una idea más o menos encauzada sobe qué fue lo que pudo pasar aquella noche; la clave del caso se encuentra en el círculo más cercano de Chavero.
A pesar de todas las fuerzas estar concentradas hacia la resolución del caso, es innegable la cuestión que apunta a que, el paso del tiempo, junto a las dificultades propias del caso, hacen que la resolución del mismo, se vea en mayor medida, agravada.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil continúa con las pesquisas para dar con el o los responsables de la desaparición. La información que trasciende a la luz pública sigue siendo ínfima al seguir el caso bajo secreto de sumario. Tanto es así que, en la actualidad, la casa de Manuela Chavero – el número 5 de la calle Cerezo – continúa precintada.
Se han rastreado las antenas telefónicas que cubren la población, se inspeccionaron cámaras de videovigilancia de establecimientos y gasolineras cercanas, al mismo tiempo que fueron decenas las personas interrogadas por miembros de la UCO. Asimismo, se han organizado batidas y concentraciones en clave de la investigación por pozos y zonas de agua, así como en el pantano de Tentudía.
En la actualidad, y en contra de los esfuerzos realizados a nivel policial, el resultado sigue siendo el paradero ignoto de la joven.
Reiterar las líneas 091, 062 y 112 que permanecen para la recepción de cualquier tipo de información adicional.