El Servicio de Seguridad de Casa Real, llevado a cabo por efectivos de la Guardia Civil, se cubre mediante el sistema de vacantes de Libre Designación. Este sistema de provisión de puestos de trabajo, tal y como vienen denunciando continuamente las asociaciones profesionales de la Guardia Civil, hace que el nombramiento y el cese en un puesto dependa de la absoluta discrecionalidad del mando, cuya “pérdida de confianza” puede ser elemento suficiente para dejar a un Guardia Civil sin destino, con las graves consecuencias familiares, económicas y personales que ello conlleva.
En este contexto desarrollan la labor los hombres y mujeres del Servicio de Seguridad de Casa Real, quienes ven frecuentemente lesionados sus derechos laborales pero que, por miedo a ser cesados en su destino, no se atreven a denunciar.
Ante esta situación, las Asociaciones Profesionales AEGC, AUGC y UnionGC, como representantes legítimos de los Guardias Civiles, han solicitado en el mes de diciembre una reunión con el mando titular de la Unidad, con el objetivo de trasladarle la problemática de nuestros afiliados, tal y como nos ampara la Ley, y proteger los derechos profesionales de los Guardias Civiles allí destinados.
Sin embargo, “el Teniente Coronel Jefe de la Unidad ha rechazado nuestra válida interlocución, cosa que sí hacen, con absoluta normalidad y reciprocidad, el resto de mandos y autoridades de la Guardia Civil, no quedándonos más remedio que poner en conocimiento de la opinión pública estos hechos, reservándonos las acciones legales que haya lugar en defensa de nuestros afiliados”, manifiestan en un comunicado.
Las principales quejas versan acerca de la impermeabilidad de los muros de esa unidad, a derechos ampliamente adquiridos por el resto del colectivo:
- No se dispone de relevos en los largos servicios nocturnos, imposibilitando las necesidades más básicas.
- Realización de servicios maratonianos que imposibilitan la efectiva conciliación familiar y laboral, que además sufren de frecuentes modificaciones en la planificación laboral, sin tiempo para adecuar los cambios horarios con las obligaciones familiares.
- Reducción frecuente de los Descansos semanales a un único día a la semana, cuando la norma contempla dos días para todos los Guardias Civiles.
- Discrecionalidad absoluta en las comisiones de servicio en verano a Mallorca para servir a la Familia Real en sus desplazamientos estivales, frente a la norma que obliga a seguir unos criterios objetivos.
- Gestión del Servicio de manera paralela y manual a la establecida, mediante cuadrantes a papel y lápiz, y servicios sin la conocida “papeleta”, que son posteriormente volcados al sistema informático, el que debería ser único y oficial, incumpliendo la normativa de jornada laboral. Esta forma de trabajo elude la obligatoria auditoría a la que si está sometido el aplicativo informático, en detrimento de la seguridad jurídica para nuestros afiliados.
- Grabación continua en vídeo y audio de los puestos de trabajo, lo que supone una presión añadida a los trabajadores, y que nada de seguridad añade, pudiendo incluso vulnerar toda la normativa sobre protección de datos e intimidad de los Guardias Civiles.
- Obligación de comunicar si se ha pedido destino para abandonar la Unidad mediante el aplicativo informático de la Guardia Civil, creado precisamente para garantizar la confidencialidad de estas peticiones, lo que muestra el control absoluto al que es sometido el personal y la invasión de la propia intimidad nuevamente.
Toda esta situación ha degenerado, según comunican agentes a las asociaciones, en un muy mal ambiente de trabajo, donde nadie puede quejarse por temor a las posibles represalias a la bajada en el informe personal que realizan los mandos a los agentes de esa unidad (IPEGUCI), o la expulsión de la Unidad por “pérdida de confianza”.
Incluso, cercano a lo paranoide, “se les obliga a decir, de puertas para fuera, que es una Unidad excelente con unas condiciones de trabajo óptimas, por temor a que nadie quiera pasar destinado de manera voluntaria a proteger a su Majestad el Rey”. Pero, por desgracia, la realidad golpea fuertemente a los nuevos componentes de la unidad cuando llegan destinados, que no ven otra salida que descontar los días para poder abandonarla, ya que al realizar el curso de especialización tienen una servidumbre que les imposibilita pedir otro destino.
AEGC, AUGC y UNIONGC hacen un llamamiento tanto a la Dirección General de la Guardia Civil, como al propio cuarto militar de la Casa de S. M. El Rey, para que ponga solución inmediata a estos incumplimientos de la legalidad, y los Guardias Civiles allí destinados disfruten de los mismos derechos que todos sus compañeros y compañeras de otras unidades, y sea respetada su dignidad, intimidad y conciliación familiar y laboral.
“Como no podía ser de otra manera, nos ponemos a disposición nuevamente del Teniente Coronel Jefe de la Unidad de Seguridad para cualquier reunión que desee realizar con nosotros, normalizando de una vez por todas este cauce de comunicación que ya se lleva a cabo con todos los estamentos de la Guardia Civil, y que está amparado por la Ley 11/2007 reguladora de los derechos y deberes de los miembros de la Guardia Civil y la propia Directora General de la Guardia Civil” finalizan en su comunicado.