Columna de Ricardo Magaz en h50 Digital Policial. “CRÓNICAS DEL NUEVE PARABELLUM”.
No es la primera vez que coincido con Maite Pagazaurtundua. Ya había pegado la hebra con ella en otros actos. Su discurso sigue siendo, tiempo después, tan lúcido como sincero. Ese es su valor añadido.
Acoso
Lo de Maite con los Derechos Humanos viene de largo. En 1999 participó en la fundación del movimiento ¡Basta Ya¡, al que le dieron el Premio Sájarov del Parlamento Europeo, del que ahora es eurodiputada. La banda terrorista ETA mató en 2003 a su hermano Joseba en Andoain. Maite tuvo que irse del País Vasco acosada por los proetarras y machacada por el silencio cómplice de vecinos que cerraban las ventanas a su paso o le negaban el saludo para no comprometerse.
Buzón de Joseba
Hace unos años, Maite instaló un pequeño buzón blanco al lado de la escultura de Ibarrola en Andoain, que recuerda la memoria de su hermano. Lo llamó El Buzón de Joseba. A través de él invitaba a buena parte de la sociedad de Andoain que en tiempos gritaba “ETA, mátalos” a recapacitar y asumir su responsabilidad en la persecución ejercida a tantas personas que condenaban el terrorismo. Las primeras cartas de apoyo en llegar fueron de Mario Vargas Llosa, de Fernando Aramburu y de Fernando Savater.
ETA ha asesinado a 853 personas. De esos crímenes espantosos, 379 aún están sin esclarecer, sin autor material y por tanto permanecen impunes. Pedir justicia para las víctimas es un acto de decencia en cualquier democracia que se precie. Necesitaríamos muchísimos más Buzones de Joseba.