Los macrobotellones se han puesto de moda fin de semana si, fin de semana también en las principales ciudades de España, desde que se relajaron las medidas de seguridad contra el Covid, o como hemos visto en Zaragoza, la noche de la víspera del Pilar
En cualquier lugar de España se realizan este tipo de quedadas multitudinarias para consumir alcohol en la vía pública, con las consecuencias que ello genera, o más bien degenera
Cientos o miles de jóvenes desinhibidos por el alcohol, juntos en el mismo lugar es una bomba de relojería a punto de estallar en cualquier momento.
Suelen comenzar de manera tranquila y pacífica, hasta que cae la noche y el alcohol comienza a hacer su efecto.
Ovejas
Como si de un “rebaño de ovejas” se tratara, los asistentes al botellón, se sienten tranquilos y seguros entre la multitud. El civismo reina en el lugar hasta que el alcohol y algunas sustancias prohibidas comienzan a realizar su efecto. Es en ese momento en el que los lobos disfrazados de ovejas deciden que es el momento de quitarse la piel de cordero y dejar salir al lobo.
Lobos
Con los jóvenes confiados y con algunas facultades mermadas por el alcohol, es el momento de los lobos.
Los lobos que estaban camuflados entre la multitud, aprovechan cualquier ocasión para hurtar al descuido en el mejor de los casos o robar con violencia con técnicas como el mataleón, estrangulando hasta la pérdida del conocimiento, como ocurrió el pasado lunes en Zaragoza a los que se alejaban del “rebaño”.
Pero no todo es robar. Las peleas y las agresiones sexuales se desatan y comienza a reinar el caos y la confusión.
Es entonces cuando alguien decide llamar a la policía, ya sea algún vecino harto de lo que está sucediendo o alguien del propio botellón que ha sido robado o agredido.
El pastor
Siguiendo el símil del rebaño de ovejas, llegaría el momento de que acudiese el pastor (la policía) a intentar poner orden en el caos y salvar a las ovejas de los lobos.
Pero en esta historia, curiosamente las ovejas, al igual que ocurre en el libro de George Orwell, Rebelión en la Granja, son altamente influenciables. Y con la llegada de la policía, siempre hay algún lobo que ve al policía como el pastor que quiere poner fin a su fiesta particular, echándole de allí.
Llegado este momento, el lobo comienza a proferir gritos e insultos contra los agentes e incluso a lanzar algún objeto, consiguiendo poner en cuestión de segundos a parte del rebaño en contra del pastor.
La finalidad de los pastores era la de echar a los lobos del rebaño, pero terminan por sumarse las ovejas a los lobos, haciendo realmente difícil la labor del pastor.
Conclusión
Los lobos consiguen lo que quieren. Se mezclan con las ovejas, las roban, las golpean e incluso las agreden sexualmente. Y todo ello amparados bajo el anonimato que proporciona el rebaño.
Las ovejas confiadas son víctimas de los lobos, pero el alcohol y su nivel de influenciabilidad, son manejados por los mismos lobos cuando viene el pastor, haciéndoles ver que el pastor es el malo del cuento.
El pastor, intenta hacer su trabajo, si bien no es capaz de discernir ovejas de lobos, puesto que las primeras en lugar de señalar a los lobos, permiten que se mezclen con ellas, llegando incluso a actuar las ovejas como lobos.
Autor: Carlos Fernández