El SUP ha asistido el pasado miércoles, en Vilagarcía de Arousa, a la gala anual de la Fundación Galega Contra o Narcotráfico, aprovechando para proponer un plan de medidas que frenen la proliferación de la droga en nuestro país, focalizando la situación que se vive en la provincia de Cádiz y que, peligrosamente nos acerca a lo padecido en la costa gallega hace 40 años
En la tarde de la ceremonia, el secretario general del SUP en la provincia de Cádiz Antonio Flores y el secretario general del SUP en Galicia Roberto González, acompañados del secretario local del SUP en la Comisaría de Vilagarcía de Arousa, Víctor Villamediana han participado en la Gala Anual de la FGCN celebrada en la localidad arousana. En primer lugar desde la organización han querido felicitar a las personas y organismos distinguidos, en especial a la UDYCO Pontevedra y a todas la Unidades que luchan contra el narcotráfico dentro de la Policía Nacional, uniéndose al reconocimiento por los dos guardias civiles asesinados en Barbate. FGCN y SUP llevan tiempo sumando esfuerzos para alertar a la sociedad de la situación que se vive en nuestro país en lo relativo a la legislación de medidas más eficaces y a la dotación de medios policiales para ganar la batalla al narcotráfico.
El consumo de sustancias estupefacientes se mantiene al alza en nuestro país
La crisis sanitaria ha significado un punto de inflexión en la presencia de un mayor número de consumidores habituales de drogas. La drogodependencia, además de destrozar familias y causar padecimiento psicológico al entorno de las personas afectadas, lleva aparejada en muchas ocasiones, la comisión de hechos delictivos contra la propiedad o las personas con el objetivo de obtener la dosis diaria.
Una mayor demanda de las drogas está directamente ligada con un incremento del tráfico de sustancias estupefacientes, a diferentes escalas. Los excedentes de cocaína que se producen en los países de Sudamérica o de heroína en Turquía y Países Bajos, vienen provocando un descenso del precio de este tipo de sustancias, incrementándose el tráfico a través de diferentes rutas y variadas formas de trasladar los alijos. Este nuevo escenario produce efecto llamada a sofisticadas formas de narcotráfico, extremadamente violentas, que tienen nulo respeto por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y por la vida.
Nuestra legislación goza de unas garantías que, respetando la presunción de inocencia de las personas investigadas, otorga un marco de salvaguarda de los derechos de los ciudadanos, lo cual sin duda, nos fortalece como sociedad. Estas garantías, en cierto tipo de delitos al alza y que causan tan alto perjuicio a la salud pública, deben medirse al detalle, reforzando la labor de los investigadores y agilizando los procedimientos con la misión de evitar que nuestro país se convierta en el paraíso de los narcos, en donde las fianzas para eludir la prisión provisional son ridículas en comparación con el lucro que se obtiene o la imposibilidad de intervenir bienes o artículos de los narcos para debilitar su músculo económico se torna cada vez más complicado. Nuestros procedimientos son tan garantistas que, tras la fase de instrucción, queda al descubierto del ingente trabajo de nuestras Unidades de Investigación, dificultando en futuras operaciones la resolución de los delitos cometidos por estas organizaciones criminales.
Las reivindicaciones del SUP se centran especialmente en Cádiz, provincia situada en el extremo sur de la comunidad autónoma de Andalucía, la cual cuenta con una situación geoestratégica excepcional que ha supeditado históricamente la vida de sus habitantes, favoreciendo los graves problemas a los que nos enfrentamos, el narcotráfico. Puerta Sur de Europa, situada solo a 14 Km del continente africano. La frontera hispano-marroquí separa los sistemas de vida más desiguales de las fronteras de la Unión Europea, sin olvidar que Marruecos es el primer productor mundial con 40.000 toneladas de hachís y punto de salida importante de inmigración ilegal.
Podemos hablar de toda la provincia de Cádiz, pero en las localidades de Algeciras y La Línea de la Concepción es donde está centrado el foco mediático, debido a la virulencia que ha adquirido la actividad ilícita llevada a cabo por los narcotraficantes y todo lo relacionado con la introducción de sustancias estupefacientes (hachís principalmente y cocaína), empleando desde el continente africano narco lanchas o grandes contenedores (mayormente cocaína) hasta el Puerto Marítimo de Algeciras, con destino a Europa. En estos últimos años el narcotraficante ha incidido y utilizado otra vía de acceso, Sanlúcar de Barrameda la desembocadura del Guadalquivir que, con sus miles de ramificaciones, se ha convertido en una autopista de entrada y donde, a diario, se divisan narcolanchas cargadas de hachís y cocaína que transitan con total impunidad.
Además de las medidas legislativas propuestas anteriormente que intensifiquen la lucha contra el narcotráfico, reforzando el principio de autoridad y de una mayor dotación de medios policiales y materiales en las dependencias de todo el territorio, urge la declaración como de la provincia de Cádiz como zona de especial singularidad, por su geolocalización estratégica por el paso transfronterizo, zona de migración irregular, Frontera Gibraltar y la expansión de bandas organizadas dedicadas al narcotráfico, en conexión con el tráfico también detectado en las costas gallegas.
Podemos evitar lo que sucede entre las dos orillas de España.