Luces moradas en lugar de medios policiales

Mientras que nos enteramos que existe un presupuesto de hasta 5.000 euros por Comisaría, para iluminar de morado las fachadas de las comisarías, ya sean jefaturas superiores de policía, comisarías provinciales o comisarías locales presupuesto de hasta 5.000 euros por Comisaría, para iluminar de morado las fachadas de las comisarías, ya sean jefaturas superiores de policía, comisarías provinciales o comisarías locales, unos policías salvan la vida de un hombre con un vendaje que compraron ellos de su bolsillo.

Vendaje que, dependiendo del tamaño, puede rondar los 9 euros.

En total, podrán ser hasta 252 comisarías las que se iluminarán el próximo 25 de noviembre, con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género.

Dado el presupuesto por Comisaría y teniendo en cuenta el número de comisarías, basta con una multiplicación para saber que existe un presupuesto de más de un millón doscientos mil euros para poner luces moradas. Y todo ello para un solo día.

En un supuesto idílico en el que los policías cuentan con todos los medios necesarios, o que no nos encontramos en plena crisis tras haber salido de una pandemia mundial, o en plena crisis energética con el precio de la luz más caro de la historia, podríamos, quizás, dar por válido que se gasten más de un millón de euros en poner luces. Pero no es el caso.

Con ese presupuesto, podrían comprarse, por ejemplo, vendajes de compresión israelí, como el utilizado por los policías del distrito madrileño de Ciudad Lineal, para casi todos los efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil (78.000 guardias civiles y 67.000 policías nacionales).

Teniendo en cuenta que la policía suele llegar antes que los servicios sanitarios en muchas ocasiones, las probabilidades de salvar vidas se incrementarían.

Gracias a que los policías del GOR de noches de Ciudad Lineal llevaban estos vendajes, comprados de sus bolsillos, pudieron parar la hemorragia y mantener así sus constantes vitales, salvando así la vida del hombre al que habían rajado el cuello. Esperemos por el bien de los ciudadanos, que vuelvan a comprar otro con su dinero.

Y si la próxima vez es una mujer víctima de violencia de género la que sufre un grave corte por parte de su pareja. ¿Preferirá que se dote a los policías con este tipo de material o que se iluminen las comisarías?

También podrían comprarse 2.400 chalecos antibalas, dado que, a día de hoy, no todos los policías lo tienen. Que un policía, que puede llegar a hacer frente a delincuentes armados, no tenga chaleco antibalas, es algo impensable en otros países.

También podría ser destinado a la compra de 500 pistolas taser por ejemplo.

Taser, que podría servir para neutralizar a delincuentes cuando no es preciso utilizar el arma reglamentaria.

Y por qué no gastarlo en la compra de 15.000 defensas extensibles, dado que los policías que van de paisano, no disponen de ningún medio no letal para reducir a los delincuentes.

Por no hablar de la falta de uniformidad, o del estado casi ruinoso en el que se encuentran algunas dependencias.

Pero no, por lo que se ve, la seguridad ciudadana o la de los propios policías es menos importante que iluminar de morado las comisarías en el día Internacional contra la Violencia de Género.

Autor: Alan Ruiz