El anuncio en varios medios como h50 o el Independiente de la próxima e inminente incorporación de las pistolas eléctricas como arma de dotación para la policía nacional, ha traído consigo multitud de comentarios y opiniones en redes sociales.
Fundamentalmente han ido en dos direcciones:
- Un número escaso de este tipo de armas (ver la ampliación de información de este artículo).
- Necesidad de una urgente formación policial para su uso.
La formación debe ir encaminada en dos sentidos, el primero sin duda es operativo, ningún policía conoce su uso, características, ni poder de las citadas armas, sin olvidar en segundo lugar, la adecuada formación jurídica en cuanto a su empleo, circunstancias y grado de proporcionalidad de las mismas.
Una tercera corriente minoritaria no las considera necesarias e incluso se ha llegado a hablar de “otro peso” más en el cinturón policial o de un efecto psicológico que hará aumentar en los delincuentes la posibilidad de enfrentarse a los policías, al saber que “tan solo” recibirán una descarga eléctrica, así “se la jugarán más fácil”.
Debate aparte, urge la necesidad de una adecuada formación ante la inminente entrega de las mismas.
Ampliar información:
Antes de octubre se entregarán las primeras pistolas eléctricas a la policía
