La DGP ha dado un paso al frente en la protección de aquellos policías que se encuentren entre los colectivos de riesgo o grupos vulnerables frente al COVID-19, para que permanezcan confinados en sus domicilio hasta el final de la crisis sanitaria, y si fuera el caso, desempeñen sus labores mediante una modalidad no presencial. Entre los beneficiarios se encuentran los policías mayores de 60 años.
Además de los policías más veteranos y siguiendo el Procedimiento de Actuación para los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales frente a la exposición al Sars-CoV-2. se considera colectivo de riesgo a los enfermos con:
- Enfermedades cardiovasculares incluida hipertensión
- Diabetes
- Enfermedades pulmonares crónicas
- Cáncer en fase de tratamiento activo
- Inmunodeficiencia
- Enfermedad hepática crónica
- Enfermedad renal crónica
Asimismo, las policías embarazadas, independientemente del tiempo de embarazo, también serán benefactoras de dicha protección.
La medida se ha tomado con el fin de minimizar el impacto del coronavirus en el colectivo policial, evitando el contacto con el público y promoviendo el teletrabajo. En caso que las competencias que desarrolle el interesado sean incompatibles con la modalidad presencial, deberán permanecer confinados en sus domicilios sin trabajar.
Cabe recordar que la franja de edad de los cuatro fallecidos por coronavirus dentro del ámbito de la Policía Nacional, oscilaba entre los 60 y 63 años.