Carla h50
Los menores de edad pasan una media de 4 horas diarias conectados a las pantallas y el 90% son usuarios de alguna red social, sobre todo Instagram y WhatsApp. Esta desproporcionada exposición de los menores hace que sean vulnerables y las víctimas perfectas de delitos sexuales a través de internet, así como de estafas. Los menores no son conscientes de los riesgos que envuelve internet y tampoco ayuda el poco control parental y la escasa educación que reciben por parte de sus progenitores o de las Instituciones Públicas.
Son varios los delitos que pueden cometerse contra menores por personas mayores de edad o entre menores de edad. En este caso hablaremos acerca del Childgrooming.
Es un delito que se introdujo en el Código Penal en la reforma del 2010 para dar respuesta a la cantidad de denuncias y a la falta de tipificación de esta actividad delictiva, entre otras.
Está regulado en el artículo 183 del CP y se establece en el apartado 1º que, el que a través de internet o cualquier otra TIC (Tecnología de la Información y la Comunicación) contacte con un menor de 16 años y proponga concertar un encuentro para cometer otro delito de carácter sexual contra dicho menor (como por ejemplo, abuso sexual o agresión sexual), será castigado con la pena de 1 a 3 años de prisión o multa de 12 a 24 meses.
En el apartado 2º se establece que, el que a través de internet o de cualquier otra TIC contacte con un menor de 16 años y realice actos dirigidos a embaucarle para que le facilite material pornográfico o le muestre imágenes pornográficas en las que se represente o aparezca un menor, será castigado con una pena de prisión de 6 meses a 2 años.
Por tanto, nos encontramos ante un delito en el que se castiga el hecho de contactar con un menor para embaucarle para concertar una cita para tener relaciones sexuales, por ejemplo, o para que le envíe material sexual e íntimo a través de las TIC, por ejemplo enviar fotografías de carácter sexual o vídeos con el mismo contenido.
Las formas de embaucar son variadas, pues lo que se pretende conseguir es establecer una relación aparentemente inocente para ejercer un control emocional sobre el menor haciéndole ver que existe una relación de confianza, amistad o amor, con el fin de preparar el terreno para el abuso sexual.
Para que se ejecute el delito basta con que se proponga concertar una cita o la solicitud de contenido sexual sin necesidad de que se lleve a cabo dicha cita.
De acuerdo con los datos del Ministerio del Interior en 2022 se presentaron 954 denuncias por delitos sexuales a través de internet que tenían como víctima un menor de edad, sin contar la cifra negra que son los casos que no se denuncian.
Según Save the Children, las niñas representan un 57% de las víctimas y los niños un 42,6%.
En este delito el agresor puede ser tanto un mayor de edad como un menor de edad, de hecho en el mes de abril se detuvo a un menor por acosar sexualmente a más de 20 víctimas a través de esta tipología delictiva.
Para prevenir que los menores sean víctimas de delitos sexuales a través de las TIC, insistimos en la necesidad de hablar con ellos y explicarles los riesgos y peligros que entraña internet para que tengan una idea de las situaciones a las que se pueden encontrar y saber identificar conductas delictivas y cuándo una persona desconocida puede tener intenciones de embaucamiento. Es necesario que sepan identificar y protegerse a sí mismos de internet y entiendan la importancia de proteger su privacidad, como por ejemplo, entender que no es necesario publicar en Instagram constantemente la ubicación de donde se encuentran, donde viven, el instituto, etc.
También es necesario establecer reglas de uso de los dispositivos, pues como hemos indicado anteriormente, los menores pasan una media de 4 horas, y más, con su dispositivo móvil y teniendo acceso a internet al día. Por lo que el control parental es una buena herramienta así como supervisar el uso de internet para que no accedan a contenido inapropiado o no contacten con gente que no se encuentre en su entorno más cercano.
Si los menores son víctimas de algún delito a través de las TIC es esencial y necesario ponerlo en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y presentar denuncia, así como apoyar a dicho menor y no culpabilizarlo ni juzgarlo, pues es la víctima.
