Decía un profesor de políticas en una facultad de derecho, que el mejor político es quien vaya a colocar en la calle donde vives una necesaria farola, y que unas veces podía ser uno y otras otro.
Observo en nuestro país muchas farolas rotas y forofos con velas, auténticos hooligans de bar o pendientes de redes sociales como X, gritando y defendiendo “sus” colores. Ocurre algo similar en el fútbol.
Sé que en muchos casos es mera manipulación de cuentas dirigidas detrás de maquinarias de poder (partidos), de sus enormes departamentos de comunicación, lo triste es la participación en el juego de cuentas particulares. En otras ocasiones son auténticos activistas disfrazados de “periodistas” buscando gloria, carentes de objetividad, buscando “likes” entre seguidores fanatizados…una fauna.
Es curioso que la política nos haya llevado al forofismo. Los partidos se han convertido en empresas de poder, de colocación de sus altos cargos, mientas los “trabajadores mileuristas” defendemos sus logos.
Triste que participemos en este bochornoso circo. No existen las ideologías, existen los intereses de poder para seguir en el mercado, único interés de estas maquinarias convertidas en partidos.
La farola sigue fundida y los idiotas jaleando unas siglas.
Gedeón Pérez