Los ángeles custodios del Puente del Milenio

Policía h50 suicidio Ourense Puente del Milenio
Comparte ese artículo

Pocos servicios hay más gratificantes para un policía que salvar la vida de una persona. Ya sea por vocación, por servicio, por deber o por simplemente interiorizar a la perfección los valores inculcados desde la Academia Nacional de Policía durante el periodo de formación. Una acción al alcance de muy pocos y que exige actuar con inmediatez, psicología y sacrificio.

Eso es precisamente lo que ocurrió durante la tarde del pasado 15 de junio en el Puente del Milenio de Orense. Dos agentes pertenecientes al GAC (Grupo de Atención al Ciudadano) eran comisionados por el 091 para que se dirigieran con urgencia al puente donde al parecer la vida de una persona estaba en riesgo. Allí se encontraron con una misión tan inesperada como compleja: evitar un suicidio.

Los agentes fueron orientados al punto exacto por dos jóvenes de 17 años al grito de “sube rápido, no podemos con él”. El ritmo de las pulsaciones se aceleraba a cada peldaño, a cada segundo y a cada centímetro que recortaban para llegar hasta su objetivo.

Aquellos jóvenes que alentaban a los agentes desde el mirador se habían encontrado minutos antes con una trágica situación. Una soga formada por una cuerda de color rojo anudada a una barandilla fue indicio suficiente para predecir las intenciones de que aquel hombre que miraba fijamente al vacío y solicitar de inmediato la presencia policial.

Cuando el primer policía llegaron al mirador, el agente se encontró a un varón tumbado sobre la barandilla, con una soga al cuello y medio cuerpo por la parte exterior mientras una pareja lo tenían sujeto por la ropa, a la altura del torso.

Este policía abrazó con fuerza la pierna derecha del hombre utilizándolo todo su peso corporal para que desistiese de continuar sujeto a la barandilla y se cayera hacia el interior del mirador del Milenio.

Su compañero llegó al lugar reforzando la intervención y procediendo a la retirada de la soga del cuello momento en el que aumentó la tensión debido a la resistencia ofrecida por el hombre por aferrarse a su fatídica decisión.

Tras retirarle la soga y alejarlo de la zona de riesgo, los dos agentes exhibieron su profesionalidad recurriendo a la psicología para tranquilizar a aquel hombre que todavía persistía en su intención de saltar al vacío.

Con la situación ya encarrilada por la pareja de testigos y los dos esforzados agentes, acudieron más efectivos de Policía Nacional y Policía Local así como una ambulancia del 061, que asistieron al hombre y procedieron a su trasladó al hospital de Ourense, con la compañía de los dos funcionarios.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

error: Contenido protegido por derechos de autor c) 2021 h50. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.