Las Islas Canarias están experimentando un notable incremento en la llegada de cayucos con migrantes procedentes de las costas africanas. En los últimos días, la situación ha alcanzado niveles alarmantes, con más de 1.000 personas arribando a la isla de El Hierro en tan solo diez días.
El pasado jueves, tres cayucos con un total de 346 migrantes llegaron a las islas de Gran Canaria y El Hierro. Este aumento en las llegadas ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia y de acogida en las islas, que se encuentran desbordados ante la magnitud de la crisis.
Las condiciones meteorológicas favorables, conocidas localmente como “la bonanza”, han facilitado la navegación de estas embarcaciones precarias, a pesar de los riesgos inherentes a la travesía. Sin embargo, las aguas turbulentas y los fuertes vientos han complicado el rescate de muchos de estos cayucos, poniendo en peligro la vida de los migrantes.
El gobierno canario ha solicitado ayuda urgente al gobierno central y a la Unión Europea para gestionar esta crisis humanitaria. La reubicación de los migrantes en otras regiones de España y la mejora de las condiciones de acogida en las islas son algunas de las medidas propuestas para aliviar la situación.
La comunidad local y las organizaciones humanitarias han mostrado su solidaridad con los migrantes, proporcionando asistencia y recursos básicos a los recién llegados. Sin embargo, la presión sobre los servicios de emergencia y las infraestructuras de acogida sigue siendo enorme.
Este repunte en las llegadas de cayucos subraya la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva a nivel nacional e internacional para abordar las causas subyacentes de la migración y garantizar la seguridad y el bienestar de los migrantes.