La Policía Foral de Navarra ha conseguido liberar a una niña de cuatro años tras pasar tres horas bajo cautiverio a manos de su propio padre. La mediación del equipo negociador, mediante una larga y dura negociación, sería crucial para que el progenitor depusiera de su actitud y entregara a su hija sana y salva.
Los hechos tuvieron lugar durante la jornada del pasado sábado, en la localidad navarra de Artica, a escasos cinco kilómetros de Pamplona. Una llamada al Centro de Mando y Coordinación alertaba que un padre se había atrincherado en el interior del domicilio de su exmujer, con la hija de ambos, de tan solo cuatro años, como rehén.
Al lugar se desplazaron varias patrullas de seguridad ciudadana de la policía foral y, ante la actitud del progenitor, se precisó la presencia del equipo negociador del mismo cuerpo policial. Durante un espacio de tres horas, los especialistas especialmente entrenados para dar respuesta a en este tipo sucesos trataron de convencer y persuadir al varón para que depusiera su actitud y entregara a la niña.
Finalmente, la precisa estrategia y experiencia demostrada por parte de estos profesionales surtió el efecto deseado. Tras la intensa y agotadora negociación, el padre decidió liberar a su hija y entregarse sin provocar una actuación policial que implicase el uso de la fuerza.
En este tipo de intervenciones prima la salvaguarda y protección del menor. Un paso en falso podría dar al traste la operación y poner en riesgo la vida de la menor retenida. Consciente de ello, los negociadores llevaron a cabo su estrategia con escrupulosa metodología y precisión para salir airosos de la delicada situación.
El hombre fue trasladado a un centro hospitalario para ser valorado por un psiquiatra antes de ser puesto a disposición judicial. La niña fue entregada sana y salva a su madre, tras una experiencia que pudo ser muy traumática para su corta edad.