La menor de edad aprovechó que su madre dormía para romperle el plato en la cara. Cuatro años antes intentó envenenarla inyectando friegasuelos en un yogur.
Castigar a su hija por no recoger el cuarto le ocasionó fue el desencadenante de la violenta agresión. Su hija de 16 años, ante el castigo de quitarle el teléfono móvil por no ordenar su habitación, le rompió un plato en la cara.
Como consecuencia del golpe, le causó una herida en la nariz y una gran contusión en la frente.
Los hechos ocurrieron sobre las cinco de la tarde del pasado sábado, en el domicilio de la calle Guillem Massot de Palma.
La madre regañó a su hija, de 16 años, por no haber ordenado su cuarto. El castigo fue la retirada del teléfono móvil.
No tardó la menor en vengarse por el castigo impuesto.
Una vez dormida su madre, estando totalmente indefensa, la joven cogió un plato de cristal, se acercó hasta su madre y se lo rompió en la cara. Los trozos de cristal provocaron un corte en la nariz y una contusión de unos 10 centímetros en la cabeza.
Por este motivo la madre llamó a la policía, personándose un indicativo de Policía Local en el domicilio. La menor que se había escondido ante la llegada de la policía, fue localizada en el interior de un armario.
La adolescente confesó la agresión, justificándola como consecuencia de un ataque de ira. “Tenía que realizar una llama importante”
La madre manifestó que esta agresión no era un caso aislado.
Cuando su hija tenía 12 años intentó envenenarla inyectando friegasuelos en un yogur.
Los agentes informaron a la Fiscalía de Menores.