Agentes de la Policía Nacional denuncian a través de la Confederación Española de Policía –CEP– que las salas de asilo disponibles en las terminales T1 y T4S del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, cuyo fin es acoger a los solicitantes de protección internacional que viajan en avión a nuestro país, se encuentran desbordadas ante el aumento exponencial de la llegada de ciudadanos, principalmente con pasaporte keniata, que se están acogiendo a esta figura jurídica prevista para quienes sufren persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, género u orientación sexual, entre otros motivos.
Remarcan que la situación, que afecta además a las condiciones en las que prestan servicio los policías nacionales destinados en el Puesto Fronterizo de ese aeropuerto -tanto en lo relativo a la realización de las entrevistas previstas en la norma para estas solicitudes como en lo relacionado con la custodia de esas salas- se está volviendo preocupante porque los espacios cedidos por AENA no tienen la capacidad ni el acondicionamiento necesario para acoger a los más de 260 solicitantes que en este momento deben alojarse en esos habitáculos, en colchonetas esparcidas por el suelo.
Inciden en que esa acumulación de personas, además, no puede ser gestionada en este momento con las limitadas capacidades del Puesto Fronterizo de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, ya de por sí deterioradas por una gestión bastante deficiente que ha provocado que un destino policial siempre demandado haya pasado a ser un lugar de prestación de servicio poco atractivo o desmotivador para los agentes. “Ante esa situación, y pese aunque Policía Nacional ha adoptado medidas de urgencia para que la Comisaría General de Extranjería y Fronteras ejecute un plan para disminuir cuanto antes los trámites policiales vinculados a esas solicitudes de protección internacional, la única solución para aliviar esa presión, evitar contagios de enfermedades o insectos, impedir incidentes de orden público y dignificar las condiciones en las que se aloja a esos solicitantes en el aeropuerto hasta la realización de las pertinentes entrevistas y trámites documentales pasa por la puesta en marcha de dos medidas”.
La primera tiene que ver con el llamativo aumento exponencial de solicitudes en las que los peticionarios presentan pasaportes keniatas, de tal forma que en torno al 60% de las personas que han solicitado esa protección internacional lo han exhibido a su llegada al aeropuerto. Teniendo en cuenta los datos de otros años, infinitamente inferiores a los de 2023, en CEP defienden la necesidad de activar la petición de un visado de tránsito aeroportuario para los nacionales de ese país.
La obligación de solicitar previamente y contar con esa autorización para poder viajar a España resulta imprescindible en este momento para gestionar este flujo migratorio, cerrando la puerta al ‘efecto llamada’, y evitar la actividad de grupos organizados que pueden estar detrás de este repunte tan llamativo -puesto que la mayor parte de esos portadores de pasaportes keniatas procederían de Somalia- que colapsa las capacidades de la principal puerta de entrada a España por vía aérea.
Otra medida que reclaman desde CEP, para así evitar riesgos innecesarios para los agentes encargados de la protección de la seguridad ciudadana del Puesto Fronterizo, es que AENA habilite nuevos espacios en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, de tal forma que tanto la acogida temporal de esos solicitantes de asilo como la gestión de los trámites de su solicitud de protección internacional puedan realizarse con las debidas garantías. “Finalmente, Interior debe adoptar otras medidas que potencien los recursos humanos tanto en lo relativo a abogados como a traductores, además de en lo relacionado con la actividad de la Oficina de Asilo y Refugio (OAR), porque de nada sirve agilizar los cometidos policiales si los de ese organismo, que es el que tramita las solicitudes de protección internacional, no se ven igualmente reforzados”.